Puede que te hayas decidido a comer sano y hacer ejercicio; sin embargo, la zona del abdomen se rehúsa a disminuir ¿Por qué pasa esto? Resulta que existen diferentes tipos de pancita y cada una requiere una rutina distinta para reducirla. Puede que tu vientre esté inflamado debido al estrés. Si es el caso te decimos cómo puedes reducirla.
Bájale al café
El café puede ser delicioso y nos mantiene activas, pero debes suspenderlo. El café sobre estimula el sistema nervioso y nos produce estrés y falta de sueño. Sustitúyelo con té de manzanilla o poleo, dan energía ¡Y son digestivas! O bien, recurre al descafeinado.
Ejercicios antes de dormir
Para las chicas con insomnio, es recomendable hacer ejercicios de respiración en la cama, alejar el celular, beber algo caliente y poner música relajante. Esto reducirá el nivel de la hormona del estrés y ayudará a tu cuerpo a soltarse.
Come regularmente
El estrés tiene tanto poder, que puede llegar a afectar tu apetito. Asegúrate de estar comiendo regular y equilibradamente. Es decir, no comas mucho tres veces al día. Come 5 a 6 veces al día y en pequeñas porciones.
Duerme bien
La falta de sueño interrumpe la producción de la hormona que regula tu metabolismo y hambre. Dormir de 6 a 8 horas es indispensable. Dormir mal no sólo alentará el proceso digestivo, sino que te hará comer a deshoras y la comida más chatarra que puedas encontrar.
Reduce la sal
La sal en exceso hace que nuestras arterias sean más rígidas, dificultando el trabajo del corazón y riñones. Esto puede ser el verdadero factor de que tu pancita no esté bajando.
Recurre a un psicólogo
Hablar con tus BFF no es nada objetivo. Los expertos recomiendan consultar a un médico cuando tus síntomas de estrés se tornan físicos, como el aumento o reducción de peso. Porque estar bien o mal con tus sentimientos se refleja en tu sistema digestivo.
Meditación
Meditar te será una gran técnica de relajación. Puedes encontrar en YouTube videos con técnicas simples de meditación muscular, de respiración profunda, elongación, etcétera. Busca un espacio en tu día y dedícalo sólo para ti.
Bájale a tu entrenamiento físico
Agotarte físicamente puede ser la misma causa de tu pancita de estrés. El cardio excesivo en el gimnasio aumentan el nivel de cortisol. Esto te hará padecer estrés, elige practicar yoga o natación.