Cómo perderle el miedo a emprender (y no hacerte pipí del susto)

No eres floja, ni tonta. Solo estás atrapada en la matrix de la inseguridad, como todas al principio. Pero tranqui, aquí puro dato REAL y útil.

1. El fracaso no mata, pero no intentar sí

¿Y si no pega? ¿Y si nadie compra? ¿Y si haces el ridículo? PERO: ¿Y si sí pega? ¿Y si sí vendes? ¿Y si tu idea se vuelve un negociazo? Fracasar intentando se supera, pero quedarte con el “y si…” te persigue en la ducha por años…

2. El miedo no se quita, se ignora

Esperar a “sentirte lista” es como esperar a que tu ex cambie: NO VA A PASAR. Hazlo con miedo, pero hazlo ya, si tiemblas, que sea de emoción, no de parálisis.

3. Nadie nace lista, todas fingimos hasta que pega

No esperes a tener el logo perfecto, el curso de Harvard, el branding estético ni el outfit de jefa. Empieza rota, fea, confundida y con miedo. El primer cliente no te juzga por el diseño, te juzga por lo útil que eres. Así que ponte útil, aunque sea temblando.

4. No necesitas millones, necesitas ingenio

Deja de decir “no tengo dinero para empezar”, tienes redes, tienes boca, tienes tiempo libre, tienes creatividad. Vende ideas, servicios, PDFs, asesorías, cosas usadas, favores legales. La inversión inicial se llama: no tener miedo al qué dirán.

5. El qué dirán no paga tu renta

La tía que te critica por vender pestañas no te va a pagar el gas, la excompañera de la uni que se burla de tu logo cutre sigue esperando el aguinaldo. Tú ríete mejor cuando ganes más que todos ellos juntos.

6. Emprender no es tener todo resuelto, es resolver todo en el camino

Vas a aprender más facturando mal que viendo tutoriales, vas a tener errores, clientes pesados, semanas sin venta. Y luego vas a tener ganancias, libertad, y orgullo de decir: “esto lo hice yo, sin jefe y sin llorar (tanto)”.

7. Si no empiezas hoy, tu yo del futuro te va a cachetear

¿Sabes qué da más miedo que emprender? Llegar a los 40 diciendo: “yo tenía una idea, pero me dio cosa”. tu yo de 2035 necesita que empieces HOY. No mañana. No el lunes. No cuando te sientas “lista”. Hoy. Punto.

¿Conclusión?
No vas a perder el miedo. Vas a caminar con él de la mano como con ese novio tóxico, solo que este sí te lleva a algo bueno.
Empieza fea, empieza confundida, pero empieza. Porque si no lo haces tú, alguien más va a hacerlo peor… y va a cobrar más.