Cuando una es adolescente puede comer lo que quiera y en cualquier cantidad sin engordar, o bien si engordábamos, en dos patadas bajamos la grasita de sobra. Pero cuando uno está o pasa de los 30, la cosa ya no es tan fácil como antes. Nuestro metabolismo ya no es el mismo y se nota cuando la dieta te hace bajar de peso pero no elimina esa grasa necia en tu abdomen. Bueno, te tengo dos noticias, una buena y otra no tan buena:
La buena es que sí, puedes deshacerte de esa grasita que se aferra a tu vientre y a otras partes de tu cuerpo, la mala… es que no es tan fácil como quisiéramos. Es necesario que seamos sinceras, no hay remedios mágicos, esto sólo se puede lograr con constancia y esfuerzo puro.
¡Pero tranquila! que aquí te ayudaremos a que lo logres. Estos tips son infalibles.
Necesitas hacer cardio
Olvídate de una buena vez de las pastillitas milagro, de los chochos homeopáticos y de los imanes en las orejas, esas cosas no te ayudarán en lo más mínimo. Necesitas hacer ejercicio sí o sí. Esa grasa tiene que descomponerse y quemarse, y no hay otra forma de hacerlo más que con cardio. Las opciones son diversas, puedes correr, saltar la cuerda, nadar, subir escaleras, andar en bici etc. Tienes que hacer cardio intenso al menos 30 minutos diarios.
El cardio no puede solo, así que añade ejercicios de resistencia
Pero si creías que con el cardio era suficiente, es mejor que te vayas haciendo a la idea de que necesitas añadir ejercicios de resistencia a tu rutina. Con esto me refiero a ejercitar tus músculos, si ellos se ejercitan toda tu grasa desaparecerá de manera mucho más sencilla. Así que a hacer abdominales, sentadillas, pesas y ejercicios que pongan a prueba a tus músculos.
Bájale a los carbohidratos
Si eres de las que no puede comer sin tortilla o pan, o que no pueden saltarse el postrecito, entonces será mejor que leas esto con mucha atención. No se trata de eliminar los carbohidratos de tu dieta, sino de no excederse y de comer aquellos que sí te benefician. En lugar de una torta de tamal, mejor hazte una pasta con atún o pollo a la plancha.
No dejes que entre azúcar a tu cuerpo
Los refrescos y las demás bebidas azucaradas son la muerte, literal. No sólo hacen que acumules mucha más grasa, sino que perjudican tu salud, poniéndote al límite enfermedades como la diabetes. Toma agua sin azúcar, y si se te es muy difícil, añade endulzantes más sanos como la stevia.
Métele a la proteína
No me refiero a la proteína que viene en polvo en botes enormes, ¡no! sino a la que viene en alimentos como pescado, pollo, pavo, carne magra y la que también puedes encontrar en innumerables vegetales y legumbres. La proteína alimentará a tus músculos y esto hará que la grasa desaparezca de una vez por todas.
Más agua menos alcohol
No quiere decir que no puedas volver a tomar alcohol, más bien a que aprendas a medirte. En lugar de una cerveza, pide una copa de vino tinto. En lugar de pedir tu ron o whisky con refresco, pídelo con agua mineral o en las rocas. Y obviamente toma al menos dos litros de agua todos los días.
Jugos por la mañana
Desayunar jugos verdes o de la combinación que prefieras, te ayudará a empezar tu día con más energía, te mantendrá llena por más tiempo, nutrirás tu cuerpo y evitarás comer chucherías en la comida más importante del día.
La avena es tu mejor aliada
Acompaña tu jugo de la mañana con un buen plato de avena y fruta. La avena te mantendrá satisfecha por mucho más tiempo y te ayudará a bajar esa grasita complicada.
No te rindas ni desanimes
El proceso no es rápido ni sencillo, tienes que ser muy consciente de ello. Cada cuerpo es diferente y responde más lento o rápido que otros. Lo importante es que no te rindas ni te desanimes si no ves resultados de inmediato.
Hazte a la idea de que no es dieta, sino un estilo de vida
Y lo más importante, ¡debes comprender que esto no es una dieta! Es decir, que no se trata de hacerlo 6 meses y luego volver a las andadas otros seis meses. Si de verdad quieres mejorar tu estado de salud y tu apariencia física, necesitas cambiar tu estilo de vida o simplemente no funcionará.
Espero que estos consejos te hayan motivado y ayudado para comenzar una nueva etapa en tu vida, confío en ti y sé que podrás, ¡ahora solo falta que tú quieras!