Los chalecos siempre suelen pasar desapercibidos, y es que no es que un día despiertes con la idea de ir de compras y traerte varios chalecos como si se tratara de jeans o blusas. No es algo que esté en nuestra lista de prioridades. Y no digo que deba estarlo, pero sí al menos en la lista de nuevas prendas a experimentar.
Los outfits que te regalan son sin duda de los mejores, cambian por completo tu look, son algo así como ese accesorio que todo lo mejora.
Checa los tipos de chalecos que hay y decide cuáles irían mejor contigo. Dales una oportunidad, te juro que no te van a defraudar.
Quizá no lo sabías pero existen varios tipos de chalecos formales, que te darán ese aire elegante y juvenil que todas buscamos para ir a trabajar.
Hay algunos que son más sueltos y con volumen. Pero siguen siendo ideales para todo tipo de prendas.
Y aunque elijas un estilo gabardina como este, puedes usarlo con atuendos casuales.
Este es en definitiva uno de los obligados. Ese chaleco gordito que te ayudará a estar calientita y guapa en tiempos fríos.
Y si el chaleco pachonsito de arriba es obligado, el de mezclilla lo es aún todavía más.
Y si quieres algo más glamoroso, entonces necesitas uno peludito. Pero que no sea de piel o plumas reales por favor.
Y sí, este también es de mezclilla pero es más largo, así que ahora necesitas dos chalecos de esta tela pero en tamaños distintos.
No importa si no te consideras una chica ruda, un chaleco de vinilo te dará una apariencia distinta. Así puedes lucir diferente de vez en cuando.
Si quieres algo elegante, casual y neutral. Un chaleco blanco es lo que tienes que buscar.
Y por supuesto no te olvides de añadir uno en un color súper vivo. Nunca se sabe cuándo querrás destacarlo.