Debido a la contingencia, se acabaron las excusas para maquillarse, prácticamente tus cosméticos y rostro se están dando un break. Esto ha hecho que descuides su rostro ¡Mal ahí! Pues este “rompimiento” es el pretexto perfecto para desintoxicarlo ¿Cómo? Con las siguientes mascarillas que puedes hacer desde tu casa.
Smoothie de plátano ¡Para humectar!
Licúa medio plátano, media taza de yogurt y una cucharada de miel ¡Así es! ¡Como un smoothie sin hielos! Enjuaga con agua fría y sentirás un rostro súper humectado, pero cero graso.
Yogurt con fresas ¡Para exfoliar!
Aplasta una taza de fresas, mezcla con media de yogurt natural, aplica con tus dedos y déjala actuar diez minutos. La fresa exfoliará tu rostro, mientras el yogurt hidrata e ilumina tu tono de piel.
Avena y miel ¡Para rejuvenecer!
Licúa una taza de avena seca hasta que quede hecha polvo, añade miel, clara de huevo y una cucharadita de yogurt. Déjala actuar 15 minutos y sentirás una piel de bebé; es decir nueva, fresca, protegida y más joven.
Café con aceite de coco ¡Para reafirmar!
Derrite ¼ de taza de aceite de coco, agrega ½ taza de café molido y una cucharadita de canela. Aplícala después de de bañarte en rostro y cuello, para que el tiempo de cuarentena no se refleje en tu piel.
Limón y almendras ¡Para ojeras!
Mezcla una cucharada de jugo de limón con una de aceite de almendras, aplícala con un algodón y deja actuar toda la noche. Repararás todo el daño que te has hecho por los desvelos.
Café con leche ¡Para resplandecer!
Mezcla una cucharada de leche con dos de café y deja actuar durante veinte minutos ¡Será como un shot de antioxidantes! Sin mencionar que el café desinflamará tu rostro de tanto estar acostada.
Aguacate ¡Para hidratar!
Revuelve medio aguacate, medio plátano y aceite de oliva en un plato, y en forma de círculos aplica por todo tu rostro. La sentirás suave e hidratada todo el día, que no querrás dejar de tocarla.
Clara de huevo ¡Para puntos negros!
Retira la yema a dos huevos y bate ambas claras. Colócate una tira de papel o servilleta en tu zona de puntos negros y con un pincel pon las claras. Deja que seque y tira del papel. No es mucha ciencia pero sí es de paciencia.
Limón y miel ¡Para el acné!
En una licuadora mezcla una cucharada de miel, dos de limón y una de avena (para exfoliar de una vez) y deja actuar 10 minutos. Sentirás una piel menos grasa, rojiza y con menos imperfecciones.