Sí, tú. Supongo que cuando leas esto sabrás si estás dentro del público al que va dirigido esto o no. Pero tranquilo, no te voy a regañar. Ni siquiera me voy a enfadar. Ni te voy a echar nada en cara, ni te voy a reprobar. Aunque de rencor no te hablo, que nunca se sabe.
Verás, solo quiero darte las gracias.
Sí, en serio. Darte las gracias por todas esas veces que me ayudaste a crecer. O me ayudas. O me ayudarás. Por todas las veces que me tiraste al suelo. Porque cogí más fuerza aún para levantarme. Por todas las veces que me decías sí cuando era no. O no cuando era sí. O que eras de una forma cuando eras realmente lo contrario. Hipocresía lo llaman. Pero no te preocupes, no lo tengo en cuenta. Sólo, gracias.
Gracias por las veces que me criticaste por mi físico. Ya sé de sobra que mi cuerpo no es de modelo. Que mi pelo es especial, que ni siquiera crece. Que me muerdo las uñas. Y que a veces no visto como os gustaría. Pero gracias. Gracias porque eso me ayuda a quererme más. A cuidarme más.
Gracias por las veces que criticasteis mi forma de ser. Mis prontos. Mis manías. Mis defectos. Gracias porque así he aprendido a darme cuenta de muchas cosas. A saber lo que hago y cómo lo hago.
Y gracias, sobre todo, por aquellas veces que me criticasteis porque sí. Sin saber. Por prejuicios. O por cualquier otra cosa. Puede que por envidia. Que está feo que lo diga yo. Pero podría ser. O quizás por cualquier cosa que se te pasara por la cabeza ahora mismo. Pero gracias, de verdad. Gracias por hacer que me de cuenta que no mereces la pena. Que no debo de perder tiempo en conocerte. En intentar conocerte. Que no tengo que preocuparme en “y sí…”. Por qué no. Porque ya lo sé. Gracias, de verdad.
Gracias, gracias y gracias. A todos. Porque gracias a vosotros me di cuenta de quién sí. Quién no. Y quién nunca. Y eso es algo que siempre os tendré que agradecer.
Con todo esto, os informo de que seguiré siendo como soy. Que no me dejaré influir. Que seguiré adelante a pesar de todos los obstáculos que me ponéis. Que seré más fuerte aún si es posible. Que lucharé a pesar de vuestras críticas. Y que ya os saludaré cuando consiga llegar a la cima. Estoy tranquila porque sé que, al final, cada uno recoge lo que siembra.
Gracias a: Un Rincón Maravilloso