Estar a dieta es las cosas más trabajosas del universo, ya que implica mucha fuerza de voluntad y si no la tienes y dejas tu dieta así de la nada, tu metabolismo lo resentirá y tendrás más peso en una semana, de lo que perdiste en un mes ¡Nooooooooo!
Es por eso, que antes de aventurarte en una dieta, te recomiendo hacer éstos pequeños cambios en tu vida, para comenzar a bajar de peso.
Comienza el día con proteína
Los alimentos con mucha proteína deben ser tu primer alimento, ya que aumentará tu saciedad durante el resto del día y así evitarás consumir antojitos y refrigerios poco saludables durante la tarde- noche.
Utiliza tu flojera
Puedes utilizar la pereza a tu favor, el truco consiste en poner la comida chatarra, en la parte más alta de tu alacena ¡nunca la dejes a la mano! así tu cabeza dirá “Oh no, tengo hambre, pero no tengo ganas de ir por un banquito, para tener que alcanzar las frituras” y problema resuelto, a mí me funciona muy bien, ya que mido 1.50.
Un vaso de agua antes de comer
Para bajar de peso tenemos que beber cierta cantidad de agua, ya que te ayuda a liberar toxinas que podrían quedarse en tus gorditos. La mejor forma de consumir la cantidad que se debe, es bebiendo un vaso antes de cada comida, ya que el agua llenará tu estómago y aumentará tu sensación de saciedad.
Haz una lista de acciones
Escribe una lista de 10 cosas que puedes hacer cuando estás aburrida, por ejemplo: ver una película, leer eslamoda.com, ver escaparates, llamar a un amigo, caminar en el exterior, escribir, etcétera. Así cuando te den ganas de un antojo, saca tu lista y ponte a hacer una de éstas cosas.
Haz un horario de comida
Tu metabolismo funcionará mejor si no lo vuelves loco por comer en horarios diferentes. Así que imponte un horario (por ejemplo desayunar a las 7:00 am, refrigerio a las 12, comer a las 2:00 pm, merendar a las 6:00 pm y cenar a las 8:00 pm), tú arregla tu horario como mejor se te acomode, pero por nada del mundo rompas ese horario.
Que sí y que no comer
Bueno chicas, aquí no hay más que informar, ya sabemos cuáles son los alimentos nutritivos (verduras, pescado, frutas) y cuáles son alimentos dañinos (papitas, refresco, chocolate), porque no importa la cantidad, siempre y cuando sean nutritivos, es mejor 800 calorías de comida sana, que 500 calorías de comida basura.
Quizá no sea hambre
Éste truco es muy fácil, lo que debes hacer, es quitarle una cuarta parte de tu comida al plato y dejarla a un lado y media hora después comprueba si aún tienes hambre, si tu estómago había olvidado por completo esa porción que dejaste ¡Ya estás satisfecha! No necesitabas esa porción extra.
Siéntate para comer
Si estás caminando, se te hará fácil ir comiendo más y más porque estas “quemando calorías” o si estás viendo TV, apágala, debes concentrarte en ver tu plato y sólo tu plato, para que tu cerebro recuerde que ya has comido y te será menor la tentación de pensar en otros antojitos.
Pon tu alarma para dormir
Todas probablemente hemos escuchado que hay una mega conexión entre el sueño y el peso ¡Y es verdadero! Si no duermes tus siete u ocho horas de sueño, porque tienes que madrugar. Te recomiendo poner una alarma, para recordarte que ya te debes dormir.
Planifica un “Sólo por hoy”
Date un día de la semana para comer ese antojito que has traído toda la semana, quedarte con el antojo también es perjudicial, ya que el estrés y la ansiedad puede hacerte engordar ¡Tanto esfuerzo para esto, nooo!