1. Usa rastrillo de una sola hoja (los de abuelito, sí)
Las rasuradoras con mil hojas causan irritación, empujan el vello hacia adentro y te llenan de granitos. Una sola hoja es delicada, limpia y no te araña la piel
2. Rasura a favor del vello, no en su contra
No te emociones como si estuvieras quitando barniz. Si vas contra la dirección del vello, te van a salir granos y pelos encarnados. Hazlo a favor o en diagonal, con calma. No eres yesera, no hay prisa.
3. Lava bien con jabón neutro antes de rasurar
Si te rasuras con sudor, flujo o pipí, le estás abriendo la puerta a todas las BACTERIAS DEL INFIERNO!. Lávate bien, con jabón íntimo o neutro, y seca con golpecitos, no tallando
4. Usa aceite para rasurar, no espuma
¿Espuma para qué? El aceite hace que el rastrillo se deslice bonito sin cortarte. Usa aceite de coco, almendra o bebé. Si usas acondicionador, que sea sin siliconas.
5. Agua fría al final
Sí, vas a gritar. Pero cierra los poros y calma la piel. Si no lo haces, tu piel se queda abierta y todo lo que le pongas después puede irritarla.
6. Hidrata con crema neutra o aceite calmante
No le pongas “crema con aromas, colores y sabores…”tu zona intima no es una “chica super poderosa” Usa crema de bebé, aceite de rosa mosqueta (UY este es un 2×1 porque aclara) o de caléndula si tienes granitos.
OJO:
No rasures diario. Exfolia cada 3 días (pero no justo después de rasurar). Evita ropa ajustada las primeras horas. Usa calzones de algodón y…
Si haces todo esto, tu zona íntima va a quedar suavecita. bonita y sin preocuparte por el dolor o los granitos 10/10