Me metí con tantos hombres… que perdí la cuenta. Según ellos, cada uno era “diferente”. Según. Y yo ahí, creyendo, para terminar llorando en el mismo baño, con la misma canción… solo cambiando el nombre que bloqueaba.
En fin. Basta de blah blah, y mejor te cuento lo que aprendí para que tú no lo repitas:
Primero: NO BESAR A ALGUIEN CON HERIDAS EN LOS LABIOS.
ES PELIGROSO. Después andas gastando en antibióticos, llorando frente al espejo y diciendo “ay no, ¿por qué a mí?”. Qué flojera.
Segundo: USA PRESERVATIVO SIEMPRE.
Más vale prevenir que lamentar. Porque sí, los 5 minutos de calentura NO compensan el tiempo, el dinero y el trauma de descubrir que te “regalaron” algo que no pediste.

Investiga bien quién es el tipo y asegúrate que realmente sea soltero
Porque mira, yo aprendí a la mala que no hay peor karma que meterte con un vato “libre” que en realidad trae novia, ex, casi-algo y una “hermana muy cariñosa” todo al mismo tiempo. Hoy, antes de ilusionarme, reviso señales, redes y hasta si tiene fotos sospechosamente recortadas.
Yo, personalmente, ya mando a volar a los vatos picaflor de mollera sumida antes de que su labubu se aparezca en mis DM llorando o—peor—me arme un escándalo en plena vía pública por “querer robarle a su hombre”. Hermana… ¿HOMBRE? he visto palos de escoba más masculinos que tu cochinada esa.
No juegues a ser la “buena” en una historia que no te corresponde
Sí, yo también alguna vez quise ir a decirle a la novia: “Reina, tu sujeto me anda buscando”. Pero JA, ¿para qué?
Si la mitad no te cree y la otra mitad se obsesiona contigo como si fueras la amante villana de novela, cuando tú nomás estabas ahí existiendo y recogiendo tus migajas emocionales.
En el mejor de los casos, te stalkea de vez en cuando. En el peor, te convierte en misión personal y te persigue solo para comprobar si su chango anda queriendo brincar. Y tú ahí, en medio del drama que ni tuyo era. No, gracias.
Y ALGO QUE NUNCA, PERO NUNCA DEBES HACER:
Decirle a un tipo que acabas de conocer dónde vives. Punto.
Porque no hay nada más terrorífico que abrir la cortina y ver a un loquito obsesionado rondando afuera a las 9 a.m., 3 p.m. y 11 p.m. “casual”. De novela pasas directo a investigación policial en Netflix.

Y ahora vamos con otra “Consecuencia” de andar probando suerte como si fueran degustación de supermercado:
Ya no tengo capacidad de ilusionarme.
Se me rompió el botón de la cursilería. Antes me decías “quiero algo serio” y yo ya me veía escogiendo cortinas para la casa. Ahora me dices “no quiero nada serio” y yo: “YO MENOS, REY.” Y aunque me prometan el cielo, el mar y “sus tierras”, yo ya aprendí que la única tierra real es la que traen en las patas
El amor romántico ya salió del chat desde hace mucho y sinceramente… descansó en paz. Ahora solo quiero: Dormir y paz mental.
Y que nadie me escriba “qué haces?” a las 2 a.m. como si fuera atención al cliente.
También me volví sarcástica. Demasiada lágrima convertida en ácido, ¿sabes? Una evoluciona.
Si me dicen “te extraño”, lo traduzco automáticamente a: “Me aburro y nadie más me contestó.” Y cuando sueltan la clásica “lo último que quiero es hacerte daño”, yo ya voy buscando caja de Kleenex porque YA SE QUE SI LO VA HACER JAJAJA
Entonces sí, me metí con varios. Aprendí, desaprendí, El corazón quedó medio apachurrado, sí, pero mínimo ahora me río…
de mis errores y de los suyos también.