Ni modo, todos tenemos que crecer, pero no hay duda de que unos están más amolados que otros. Si tú ya te diste cuenta que has dado el viejazo, esto te gustará.
Ya diste El Viejazo…
Si cuando te agachas aprovechas para recoger todo lo que veas en el piso, así recoges todo en una misma agachada.
Si cuando sales temprano del trabajo piensas en dormir un ratito, en vez de salir de fiesta.
Si te empiezan a gustar los hombres maduros.
Si ya van varios fines de semana en los que usas el pretexto de: “Ahora tengo ganas de ver una película”, en lugar de salir de antro.
Si sientes una punzada en el corazón y haces todo un drama pensando que te está dando un infarto.
Si hay partes de tu cuerpo que te truenas constantemente.
Si usas la frase “los niños de ahora” o “en mis tiempos”.
Si te tomas pastillas para cualquier dolor, incluso simples dolores musculares.
Si has estado o has sido tentado a entrar a una tanda.
Si en lugar de ir de “coto” o a “fiestas”, ahora vas a “reuniones”.
Si prefieres no tomar tanto como antes para no gastar.
Si empiezas a cenar ligero porque: “te cae pesado”.
Si checas el clima antes de salir.
Si empiezas a preferir los alimentos ricos en fibra.
Si presumes que en algún momento de tu vida fuiste más flaca, tenías un cuerpazo y hasta se te notaban los cuadritos.
Si parte de tu sueldo se va en cremas y productos rejuvenecedores.
Si tu Facebook cada vez se llena más de fotos de bodas y baby showers.
Si los que “se comieron la torta antes del recreo” cuando estabas en la secundaria, ahora tienen 3 hijos.
Si los protagonistas de las novelas infantiles que veías ahora salen de papás.
Si buscas ir a restaurantes donde la música no esté tan fuerte para poder platicar.
Si dices que ahorita no hay música tan buena como la de antes.