Cosas que te pueden suceder en tu primer día de Universidad‏

Iniciar la Universidad nunca es fácil; el escoger carrera, en algunos casos ir a una ciudad desconocida y el enfrentarte a un nuevo tipo de personas, puede ser algo que genere nervios. No puede faltar ese primer día de la universidad donde conocerás a gente nueva, y tú te preparas para dar una buena primera impresión.
Ésta es una serie de cosas que pueden sucederte en tu primer día:

1. No alcanzamos a dormir nada.

O en su defecto, dormimos tres horas, ya que sufrimos la expectativa de qué es lo que vamos a encontrar mañana.

Por primera vez en toda la historia de la existencia humana…

Despertamos (o estamos ya despiertos), cuando suena el despertador y su sonido nos produce muchas sensaciones contradictorias. Por un lado sientes emoción de iniciar el día, pero también sientes miedo por no saber cómo va a terminar el día.

despertador

3. Por miedo a las novatadas decidimos no preguntarle a nadie dónde queda “x” cosa.

Desde el colegio nos atormentan respecto la Universidad y a las bromas pesadas que los estudiantes que están por egresar le hacen a los nuevos. Por eso preferimos no hacer bromas o dar malas indicaciones y preferimos adentrarnos por nosotros mismos a esos terrenos no explorados.

4. Te das cuenta que no puedes por ti misma.

Cuando pasamos por el jardín del terror, nos adentramos al bosque prohibido y nadamos en el lago de los cisnes sin poder encontrar nuestra facultad. Desesperados por llegar a tiempo decidimos preguntarle a aquella persona que tenga un aspecto confiable para que nos pueda orientar. En este caso, la persona (en la mayoría de casos un trabajador de la Universidad), nos señala el edificio que vimos apenas llegamos, pero que pasamos de largo.

very lost

5. Sientes las miradas de todo el mundo mientras buscas tu salón.

La mayoría de veces no te miran, pero por los nervios te armas una película en tu cabeza en donde se ríen de tu desorientación. Mientras tanto entras en pánico, comienzas a dudar si estás en la facultad correcta y comienzas a ver tu celular mientras finges que escribes para verte casual. Cuando finalmente encuentras tu salón,  entras haciendo una oración interna esperando que el profesor no haya llegado y no te exponga frente a todo el mundo.

6. Buscas la cara más amigable.

Aunque muchos profesores no se molestan por la puntualidad el primer día de clase, corres a sentarte al lado de la primera cara que te parezca amigable.

amigable

7. Surge la eterna duda.

¿Me siento adelante y presto atención al profesor, o me siento atrás y hablo tranquilamente con los demás?

8. Rezas que al profesor no se le ocurran trabajos en equipo.

Es normal que suceda, muchos profesores tratan de facilitarnos las cosas y deciden mandarnos a realizar trabajos en grupo desde el inicio del año, esto con el fin de conocer más compañeros, pero tú lo maldices y no sabes a qué grupo colarte.

equipo

9. Inevitablemente escaneas el grupo para detectar al más guapo.

Es como un chip que se activa los primeros días de clases. Siempre tienes que ubicar a tu nuevo prospecto.

10. Tus nervios terminan calmándose.

Sabes que lo peor ha pasado y comienza a gustarte esta nueva etapa.