Cosas que me tienen harta de los Influencers

Hoy en día todo el mundo quiere hacerse famoso en Internet. Tener más y más seguidores para transformarse en influencer se ha vuelto la obsesión de muchísimas personas, sin darse cuenta que no es tan glamoroso como piensan y que además, sólo unos pocos son los que llegarán al podio de la gloria.

Seguramente en Instagram sigues a varios de estas nuevas celebridades, y puedo apostar a que ya te habrás percatado que no te gusta todo sobre ellos y que cada día se parecen más y más entre sí, haciéndose tediosos y hasta fastidiosos.

Hace unos días viendo las stories y videos en Youtube de algunos de ellos me di cuenta que hay muchas cosas que ya no soportó de los influencers, cosas que todos se copiaron entre sí y que me taladran el cerebro cada ves que lo veo, sé que no soy la única y que muchos y muchas de ustedes estarán de acuerdo. Así que aquí va mi lista de cosas que ya no aguanto de los influencers.

Los videos de ’24 Horas haciendo…tal cosa’

La falta de creatividad hace que los influencers se copien entre sí y que una modita explote y nos harte en menos de un segundo. Por eso lo videos que tenían el título de: “24 horas haciendo tal cosa” crecieron como la espuma del capuccino que me estoy tomando en este momento. Ahora los vemos hasta en la sopa y ya es momento de que nos revelemos en contra de ellos, todos son pésimos.

Reaccionando a….

A nadie (o al menos a mí) le importa la reacción de un influencer a cierto tema, video, película, etc. El problema es que este tipo de personas se sienten demasiado importantes y ahora creen que nos interesa lo que tengan que opinar acerca de todo. Y creo que va siendo hora que sepan que a la mayoría nos tiene sin cuidado el saber cómo reaccionaron a cierta cosa.

Que se la pasen abriendo regalos de marcas

¡Qué fastidio! Yo sé que de patrocinios es de lo que viven los influencers, pero hacer 20 mil stories abriendo paquetitos que 40 mil marcas le enviaron de regalo es un suplicio. Y creo que no se han dado cuenta que todos nos saltamos lo más rápido posible estas stories porque nos vale un pepino ver cuántos regalos recibieron.

Sentirse indispensables en la vida de sus seguidores

Hay veces en que los influencer desaparecen algunos días o incluso horas y cuando regresan hacen stories disculpándose con sus seguidores por ‘tenerlos tan abandonados’. Querido o querida influencer, créeme cuando te digo que el 90% de tus seguidores ni siquiera se dio cuenta que no estabas, y si se percató no le afectó en lo más mínimo, no eres tan indispensable en sus vidas como tú crees.

Que todas hagan tutoriales de maquillaje

No sé qué pasa con las influencers femeninas pero todas son lo mismo ya. Todas hacen tutoriales de maquillaje, todas dan tips de belleza, todas se sienten súper fitness, súper healty, ¡todas hacen lo mismo!. Siento que todas han perdido se esencia para poder ajustarse a lo que pega en las redes sociales.

Stories de su manicure

Las Kardashian han fastidiado bastante las redes sociales, desde que comenzaron a hacer stories presumiendo su manicure, todas las influencers comenzaron a hacer lo mismo y a creer que ver un video moviendo su mano para que podamos apreciar sus largas uñas, es algo que nos interesa ver. Pues no, es la cosa más aburrida y narcisista del mundo.

Que le pongan nombre a sus seguidores

Linduras, amorcitos, ninis, stopers, caelikers, y un infinito etc. de ridículos nombres para sentir que tienen una comunidad que se desvive en admirarlas y adorarlas.

‘Holi’

¿Quién demonios fue la persona que se atrevió a viralizar este horrible saludo? Ahora todas al empezar una storie dicen ‘Holi’. Nadie quiere empezar su día escuchando esa palabra tan melosa, infantil y desagradable. ¡Dejen de decirla! no se ven para nada chic ni originales.

Que sientan que están cambiando el mundo

Hay una idea generalizada de que en Internet se puede aportar cosas de valor que cambien el mundo, que un simple hashtag es suficiente para luchar en contra de alguna injusticia, o que una mención en una story ya solucionó algún problema. Una pena que hemos llegado a esto.

Sus fotos al despertar y fingiendo dormir

Pondré un ejemplo, Lele Pons es una influencer que tiene una gran fascinación por postear (prácticamente todos los días) fotos de ella recién levantada y otra en la noche lista para dormir, como si todos estuviéramos esperando ansiosos y preocupados por saber si ya despertó o si ya se irá a descansar. ¡A nadie le interesa!

Que sientan que son únic@s y diferentes

Pues no, no lo son, ya todos son una mezcla de todos, haciendo lo mismo con pequeñas variaciones, los mismos videos, los mismos bailes, las mismas stories, los mismos tutoriales, mismas fotos, mismos concursos, etc.

Rogar ‘amor’ en sus fotos

Ahora les ha dado por subir una foto a su cuenta de Instagram y rogar que le den like. ¿Cómo?, subiendo la misma foto pero tachoneada (para que no podamos verla al 100%) a sus stories con la frase: “subí una nueva foto, vayan a darle amor’. De pena ajena.

¡El maldito filtro de voz!

Tal parece que no puedes convertirte en influencer sin abusar de todos los filtros disponibles en Instagram, y como si fuera poco, esta red social sacó un filtro de voz que te la hace súper chillona. ¡Ah bueno! pues a estos influecers les encanta salir con este filtro, verse tontos y que además nadie entienda lo que están diciendo. Y dijeras sólo lo uso para una storie, pues no, salen así en 20 mil stories seguidas.

Boomerangs de vanidad

No entiendo a esas personas que crean una story en donde sólo salen ellos con un filtro, y se la pasan moviendo la cabeza de un lado a otro, sonriendo y sin hacer nada más que mostrarle al mundo entero lo guapos que son. ¿Es en serio?, ¿tan bajo ha caído el intelecto de la humanidad?.

Que le hagan Instagram a su mascota

No tiene nada de malo amar tanto a tu mascota y hacerle su propia cuenta de Instagram por mero gusto. Pero estos influencer creen que es moda tener un perro, van se compran uno y le hacen una cuenta para ganar seguidores y seguir inflando su ego. Sin darse cuenta que una mascota no es un objeto, sino una enorme responsabilidad.