Las heridas de abandono se crean cuando en tu infancia sentiste falta de amor, de cuidado, de protección, de atención, lo que termina provocando miedo a la soledad. Esta herida te lleva a ser dependiente emocional en las relaciones afectivas y a tener tu autoestima muy lastimada y a tener montón de síntomas como:
Inseguridades crónicas
Las inseguridades crónicas son la epidemia de estas nuevas generaciones, y es que las familias disfuncionales, la pésima educación, la falta de valores, el abandono emocional son los causantes de ellas. Ahora se vive con preocupación de qué dirán los demás, miedo de tomar decisiones propias, miedo de ser uno mismo, autoestima nula, etc.
Preocupaciones constantes
Las preocupaciones en la vida son normales, el conflicto es parte de la vida. Pero si te preocupas por absolutamente todos y esto te detiene para hacer cosas, vivir y disfrutar tu vida, entonces se podría hablar de herida de abandono.
Ansiedad en las relaciones
Ansiedad con saber qué hace el otro todo el tiempo, querer controlar cada aspecto de la relación, vivir con miedo a que te dejen, los celos, etc. son consecuencia de una herida de abandono.
Miedo al compromiso
Tu herida de abandono trata de ‘mantenerte a salvo’ y entonces te hace evitar compromisos porque crees que así nadie puede hacerte daño o abandonarte pero lo estás haciendo ya tu solita dejándote llevar por el propio miedo.
Problemas de confianza
En cualquier tipo de relación y situación. Siempre piensas mil veces las cosas antes de hacerlas o no las haces, te cuesta tomar acción y decisiones porque no sólo no confías en los demás, tampoco en ti misma.