Esta carta va dirigida a todos esos hombres imbéciles que nos hacen quedar mal a todos los que queremos hacer las cosas bien. A aquellos por quienes gracias a su inmadurez y cobardía, las mujeres han perdido la confianza su en nosotros, haciéndolas creer que todos somos iguales y que ninguno vale la pena.
Cuando un hombre engaña y defrauda a una mujer provoca que ella jamás recupere la confianza en nosotros, es un peso que injustamente los hombres de verdad tenemos que cargar sin deberlo. Hoy quiero que las mujeres sepan que aún hay hombres dispuestos a ser un hombre en toda la extensión de la palabra, y quisiera que todos esos cretinos supieran de una vez por todas qué significa realmente ser un hombre.
Te voy a explicar algo hermano, ser hombre significa saber expresar tus emociones y sentimientos cuando ella más lo necesita. Ser vulnerable está bien, a ellas no les sirve una roca inerte que no hable cuando las cosas van mal y que explote al final arruinando todo.
Los hombres sí tenemos fuerza de voluntad para mantenerlo en nuestros pantalones, porque jamás nos atreveríamos a perder y dañar a alguien que realmente amamos. No somos idiotas, sabemos reconocer a una persona que nos ama y se preocupa por nosotros. Si quieres tener sexo hazlo con tu chica, y si te aburre entonces busca nuevas opciones con ella, no vayas por el camino “fácil”.
Los hombres queremos lo mismo que las mujeres, una pareja de por vida que nos ame, nos entienda y nos cuide. Obviamente nos fijamos en el físico, pero cuando estamos enamorados eso pasa a segundo plano.
Sabemos ser respetuosos, sabemos decir la verdad, sabemos terminar una relación antes de destrozar a una mujer poniéndole el cuerno. Si aún crees que eres más hombre por acostarte con todas las que se te ponen enfrente, por ser el que más toma, el que más estupideces hace y por llamar “maricones” a todos esos hombres que sí sabemos cómo ser hombres, ¡Felicidades, eres un imbécil al 100%!