No, no es un arcoíris derretido. Sí, sí son dulces y azúcares y otras cosas que por lo general van en la boca pero esta vez utilizados para hacer estas coloridas obras de arte.





El trabajo pertenece a la artista australiana Tanya Schultz, único miembro de Pip & Pop, quien crea instalaciones visualmente dinámicas que nos transportan a paisajes oníricos de colores brillantes para recargar nuestros sentidos.






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