Se te dijo que se te iba a maltratar, se te advirtió que el decolorante no es juguito mágico, pero como tú tampoco entiendes a las buenas (como yo)
Aquí te dejo mis secretos para que al menos aparentes que tu cabello sigue vivo y no grita auxilio en cada selfie.
1. Vinagre de manzana: tu nuevo mejor amigo con olor raro
Dilúyelo en agua fría y enjuágate el cabello después del shampoo. Te cierra la cutícula, baja el frizz, y deja brilloso
2. Aceite de coco… pero en la noche
Nada de andar brillando como carnita para asar en el día. Aplica poquito de medios a puntas, hazte una trenza y duerme. Al día siguiente: brillo, suavidad y olor.
3. Shampoo morado, pero con moderación
Sí, evita que te pongas amarillo huevo. No, no es para usar diario. Una vez a la semana y solo si pareces Pikachu. No te lo dejes horas o vas a parecer Maléfica.
4. Corta las puntas aunque llores
No es negociable. Si tu cabello suena como hojita seca, córtalo. Dos centímetros pueden revivir tu estética entera. No te vas a quedar calva, relájate.
5. Mascarillas caseras con huevo y aguacate
Sí, huele feo. Sí, parece desayuno fallido. Pero funcionan. Una vez a la semana, aplícatela con resignación y déjala 30 min. Después tu pelo te va a perdonar… tantito.
6. Peina con crema, no con coraje
Si vas a desenredarte el cabello como si estuvieras sacando coraje de tu ex, mejor ni lo intentes. Usa crema para peinar o aceitito ligero. Y si tienes peine de dientes anchos, úsalo. Tu cabello no necesita más traumas.
7. Deja el calor… o mínimo protégelo
No puedes planchar lo que ya está frito. Si de plano no puedes dejar la plancha o secadora, usa protector térmico. El barato o el caro, pero usa uno. Si no, el rubio se te va a ver como algodón quemado.
Ser rubia cuesta. Pero más caro sale parecer escoba. Cuídate el cabello como te gustaría que te cuidaran a ti: con paciencia, cariño, y mascarillas que huelen a comida pero salvan tu look.