Sabes que no es casualidad. Justo cuando te empezabas a arreglar, a reír sin culpa, a dormir sin ansiedad…
¡pum! Notificación del ex. “Hola, ¿cómo estás?”
Traducción: estoy aburrido, me siento solo, y quiero saber si aún me pelas. Aquí va lo que realmente necesitas hacer:
1. Recuerda por qué terminó
No te vayas por la nostalgia, piensa en lo que te hizo llorar, piensa en cómo te sentías cada vez que dudabas si merecías amor o terapia urgente. ¿Terminó por algo fuerte? ¿Fuiste tú la que luchó más? ¿Te hizo gaslighting? Pues ahí está tu respuesta.
2. No lo idealices solo porque extrañas la costumbre
A veces no extrañas a tu ex, extrañas la rutina, los “buenos días”, el chisme compartido, el tener a quién mandarle memes.
Y eso, no es amor. Es apego.
3. Pregúntate: ¿vuelve porque cambió o porque te vio feliz?
Si regresa justo cuando estás brillando, subiendo selfies con nuevo glow, poniendo frases tipo “la paz no se negocia”… es muy probable que solo le pique el ego. Un ex que realmente cambió no te manda un “holi”.
Te pide perdón con hechos, tiempo y consistencia.
4. Responde solo si tú quieres (y con límites)
No le debes respuesta por “educación”. tampoco por nostalgia y si decides contestar… que sea desde tu poder, no desde tu herida.
Ejemplo: “Hola, estoy bien. Espero tú también. Pero prefiero no retomar contacto.”
Claro. Firme. Sin abrir portales al pasado.
5. Evalúa si esto es closure o recaída
¿Te está buscando para cerrar ciclos? Perfecto pero si es solo para hacerte dudar, reabrir heridas o checar si aún te tiene…
Gracias, siguiente. tú ya lloraste, ya te reconstruiste, ya entendiste que el amor no duele.
¿Y si te dan ganas de volver?
Pregúntate esto: ¿Estás volviendo por amor o por miedo a la soledad?
Si tu ex vuelve, que sea para pedir perdón, no para invadir tu paz.
Si no trae evolución, terapia hecha, humildad y responsabilidad emocional… Que se regrese de donde vino.
Porque tú ya no estás para repetir capítulos estás para escribir nuevos finales felices (sin ex incluido).
