Quedar embrazada durante la pubertad, la adolescencia o poco después, implica un cambio enorme en la vida, se renuncia a muchísimas cosas pero también se ganan algunas otras.
¿A qué lado de la balanza crees que se incline más?
Pros.
– Llevar un embarazo es menos riesgoso entre los 20’s que después de los 35.
– Tener a los abuelos jóvenes es una gran ventaja, ellos son esenciales en la ayuda a la crianza de un bebé.
– Cuando eres joven tienes mucha más energía para cuidarlos y jugar con ellos.
– Cuando ellos sean autónomos tu serás aún bastante joven, es decir, si lo tuviste a los 20 cuando el o ella tenga 15 tu tendrás 35.
– Podrás disfrutar a tus nietos más tiempo (en teoría).
– Existe la posibilidad de que el acercamiento con los hijos sea más profundo.
– Tiendes a ser más paciente y flexible.
– Es más sencillo recuperar tu figura.
Contras.
– La inmadurez es una innegable constante lo que complica la crianza.
– Existe la posibilidad de que esos niños tomen el ejemplo y sean padres muy jóvenes también, creando una cadena interminable.
– Se acabó la juventud, adquieres responsabilidades que aún no deberías tener.
– Los bebés cuestan mucho dinero y tu economía no está preparada.
– Vivirás en casa de tus padres o tus suegros, y las decisiones a cerca de tu bebé no sólo las tomarás tu.
– Te pierdes de muchas cosas, viajes, fiestas, novios, etc.
– Por lo general los hijos de madres jóvenes crecen sin la figura paterna.
– Limita tu nivel de educación, pues tendrás que trabajar en lugar de estudiar.