Un espacio en el que nos sintamos en paz y que nos ayude a estar en armonía con nosotras mismas, es súper importante para mantener una actitud positiva en nuestro día a día.
En muchas ocasiones no nos damos cuenta que precisamente no podemos conseguir esta paz, debido a que no contamos con una habitación que nos provoque esa sensación de bienestar.
Hacer un cambio radical a tu habitación por un diseño muchísimo más sencillo, te hará sentir mejor desde la primera noche. Deshazte de cosas que literalmente ya no usas y que solo acumulan. Libérate y haz un reset a tus espacio.
Lo mejor de todo es que hacer una habitación minimalista, ¡es súper barato! De hecho, es muchísimo más económico que hacer una “común y corriente”.
Elige colores totalmente claros para que la luz se pueda aprovechar al máximo.
En ocasiones la mejor decisión está en poner el colchón en el suelo.
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