En un grupo de amigas hay diferentes personalidades, desde la popular, hasta la retraída. Y esto no es un estereotipo, es una verdad con la que todas nosotras nos hemos enfrentado… ¿Por qué lo digo? Porque yo me considero la inteligente del grupo y como tal, también me ha tocado sentirme un poco mal por esta situación. Aquí les doy mis razones.
Siempre las tienes que andar cuidando
Lo peor de todo es que hasta se llegan a enojar contigo porque las tratas como si fueras su mamá.
Te das cuenta cuando son hipócritas o te intentan ocultar algo
Y lo más “gracioso” es que ellas de verdad creen que son unas mentes maestras para el arte del engaño y que tú no te has dado cuenta de nada.
Te desesperan a horrores su pláticas
Siempre repiten los mismos temas. No abren su mente ni puedes tener pláticas un poco más interesantes o profundas con ellas.
Cuando quieres hablar algo serio, por más que ellas quieran, no te entienden
Y solo te dan el avión.
No te hacen caso cuando les das consejos
Y siempre termina pasando lo que les advertiste que sucedería.
Por más que las conozcas, sientes que no encajas
Aunque salgas con ellas de diario, las conozcas de años, etc… sigues sintiéndote “sola” por el hecho de que no crees que tengan la capacidad para haberte analizado ni de haberse dado el tiempo de conocerte a profundidad.
Siempre creen que eres la “rara”
Aunque no te lo digan, ellas creen que tú eres de Marte o algo así.
Tú sabes (sin duda alguna) que eres el pilar en el grupo de amigas
En pocas palabras, sin ti, todas se separarían. Tú las mantienes unidas… aunque ellas no se den cuenta de eso.
No tienes a quién pedirle consejos
Sabes que todas te dirán que hagas cosas estúpidas que solamente te harían sentir peor.