¿Últimamente sientes que tu retaguardia ya no es la misma de antes, como que se cayó y ahora la parte baja parecen bolsas del mandado? ¿Tus jeans ya no se ven tan bonitos ni llenitos? Pues entonces quieres decir que ha llegado a ti la flacidez. Y todo se lo debes a Netflix por poner tantas series buenas que te impiden levantarte de la cama a hacer unos cuantos squats.
¡Basta! Es momento de hacer algo por nuestro cuerpo, es momento de hacer la revolución contra la flacidez y hacer 20 minutos de estos ejercicios al día.
Abre tus piernas, eleva uno solo de tus pies y baja para realizar la sentadilla. Haz 3 series de 10 repeticiones con cada uno de los pies. Puedes o no agregar peso, dependerá de tu condición física.
Las sentadillas que combinan un brinco tienen un mayor impacto en los músculos y justo en la zona en donde se acumula la flacidez.
No es necesario que estés en el gimnasio, puedes hacerlo en el sillón, en una silla o en la cama.
Este ejercicio además de fortalecer por completo tus piernas y pompas te permitirá mejorar tu equilibrio.
No es necesario que te subas en una silla o en este tipo de aparatos, basta con recrear la posición y subir tu pierna hasta que sientas que tu músculo se contrae.
Sé que dirás, este es exactamente el mismo ejercicio que el de arriba, pero no lo es. Mira con detenimiento, la posición es diferente, además el pie hace un movimiento que trabaja otros músculos.
Luce sencillo pero una vez que avanzas sentirás como todo arde en tu zona baja. Pero en un mes la grasita mal acomodada desaparecerá.
Es importante trabajar los músculos laterales de tus pompis, esto le dará mejor forma y mayor tono muscular.
Eleva la pierna lo más que puedas sin perder la curvatura. Trata de mantener recta la espalda para que no te lesiones.