5 señales de que tus glúteos NO van a crecer (aunque ENTRENES BIEN)

1. Tu ombligo anda chueco

Si al verte al espejo tu ombligo parece apuntar hacia un lado como brújula descompuesta, tienes la cadera desalineada. Traducción: haces hip thrusts, pero una cadera sube primero que la otra, y eso manda todo tu esfuerzo directo a tu fisioterapeuta. Solución express: duerme con una almohada entre las piernas o deja de cruzarlas cuando te sientas.

2. Tus tenis se desgastan por dentro

Si la suela parece haber peleado sola contra el piso, probablemente tienes el arco caído o pie plano. Y sí, eso también baja los glúteos porque altera la postura. Pisar descalza (en casa) ayuda a fortalecer el arco, y con el tiempo tu cuerpo se alinea.

3. Un hip dip más grande que el otro

Si tu cadera tiene un huequito más marcado de un lado, no estás mal hecha: estás desbalanceada. Significa que un glúteo trabaja tiempo extra mientras el otro está de vacaciones. Haz fuerza pareja, sentadillas libres y deja de confiarle tu trasero a las máquinas que hacen todo menos corregir postura.

4. Tienes “cola de pato”

Si al verte de lado parece que estás sacando glúteo aunque estés de pie, eso no es buena genética: es una curvatura exagerada en la espalda baja.Culpables comunes: tacones diarios, dormir boca abajo o creer que más arco = más pompa. Spoiler: solo da dolor de espalda y una sentadilla a medio camino.

5. Duermes como empanada

Sí, dormir en posición fetal es tierno, pero tu cadera lo odia. Estás girando la pelvis y luego te preguntas por qué un glúteo está arriba y el otro está abajo. Duerme derechita, usa soporte entre las piernas y deja de sabotearte el progreso

No es que no te crezcan los glúteos, es que estás entrenando un cuerpo desalineado.

Y por más proteína que tomes, si no corriges posturas, ni los leggings de compresión podrán fingir lo que la biomecánica te niega.