El opuesto de la frase ‘perder el tiempo’ es sin duda alguna la ‘productividad. Pero ¿qué es realmente la productividad?, bueno, no es más que usar de forma eficiente nuestros recursos para obtener los resultados que deseamos en menor tiempo y con menor esfuerzo. O sea, la mejor vía para lograr nuestros objetivos sin desperdiciar tiempo y esfuerzo.
Ya sé que hay gente que parece haber nacido con el chip de la productividad porque logran todo de manera tan sencilla, cuando para muchos de nosotros, es mucho más complicado. Pero calma, que sí puedes mejorar ese aspecto para mejorar tu productividad, ¿cómo?, aquí te lo digo:
Analiza por qué no estás siendo productiva
Necesitas identificar cuáles son las razones por las que no estás siendo productiva ¿estás demasiado cansada?, ¿no te gusta lo que haces?, ¿Pasas mucho tiempo en redes sociales?, ¿Tienes flojera todo el tiempo?, etc. Así sabrás en qué tienes que depositar tu atención y trabajo.
La motivación no es el motor
Si bien la motivación es un ingrediente necesario para poder alcanzar nuestras metas, este no siempre estará presente; hay muchos factores que influyen en tu estado de ánimo, pero eso no tiene por qué detenerte. Es ahí cuando la disciplina debe entrar para que sigas con o sin motivación.
Ponle un alto a las excusas
Las excusas no son más que frenos mentales creados por el miedo. ¿Y cómo se superan? ¡Enfrentándolos! Nadie hará las cosas por ti, así que detenerte a ponerte topes en el camino no hará más que retrasarte, así que sáltalos y sigue avanzando.
Busca soluciones
En lugar de ponerte a hacer una lista de excusas y razones por las que no vas a lograr tus metas, haz una lista de razones por las que sí las vas a cumplir. Enfócate en el lado positivo y busca soluciones.
Identifica tus distractores
Tienes que identificar esos factores que te están retrasando, que te quitan tiempo y que te impiden avanzar. Como el celular, un compañero de trabajo, tu familia, pareja, etc.
Haz una lista de prioridades
Haz una lista de las prioridades que creas te llevarán al cumplimiento de tus metas, estás serán la base para la creación de objetivos.
Pequeños objetivos
Ya que tienes tu lista de prioridades, entonces puedes empezar a crear objetivos, pequeños, medianos y grandes. Así podrás organizar tus jornadas y no perder el enfoque.
Agenda y Horarios
Ahora ya que tienes tus prioridades y tus objetivos, es necesario que los organices de mayor a menor prioridad de ejecución. Establece horarios fijos. Y no te olvides de hacerte un espacio para descansar porque también es importante, de otro modo no rendirás, te frustrarás y el proceso se truncará.
No seas multitasking
Puedes con todo pero no con todo a la vez, así que olvídate de ser multitasking, enfócate en una cosa a la vez.
Haz más pero no demasiado
Son 2 cosas muy diferentes. Ser ambiciosa es bueno, hasta que sientes que es demasiado y luego se vuelve contraproducente.
Está perfecto querer mejorar tu productividad, pero todo tiene un límite. Trabajar hasta el cansancio y llegar al punto del agotamiento extremo, solo te causará estrés y ansiedad.
Mejora tu estilo de vida
Lo que comes, las horas que duermes y la falta de ejercicio provocarán que tu cuerpo no rinda como debe hacerlo. Así que mejorar tus hábitos te ayudará a lograr tus objetivos.
Pide ayuda y delega
Hay cosas que puedes delegar, pedir ayuda no te hace menos eficiente ni menos capaz. No tienes que hacerlo todo tú sola.