Cuando eres niña vives en un mundo realmente divertido que tú misma creas. Por esa razón hoy intentaré hacerte recordar esas cosas de las que hoy te podrías reír de la pena que te causarán, pero al mismo tiempo te provocarán nostalgia, ya que fueron muy buenos tiempos.
Tratar de quedarte despierta toda la noche durante una pijamada con tu amiga.
Cuando una amiga tuya se iba a quedar a tu casa, no sé por qué siempre intentábamos quedarnos despiertas lo más que pudiéramos durante la madrugada. Por alguna extraña razón lo encontrábamos divertido. Sin embargo si hoy intento hacer eso, toda la semana me sentiría como un zombie.
Golpear al niño que te gustaba.
A veces las niñas somos muy crueles, y en ocasiones nuestro método para demostrar amor era golpeándo o persiguiendo al niño que nos gustaba. Ahora que lo analizo, no era la mejor técnica.
Enamorarte de un famoso o de un personaje de TV.
Aún recuerdo que “Gabo” de MTV me traía loca y yo era a penas una puberta de 12 años. ¡Cruel verdad!
Llamar a la radio para ganarte unos boletos.
Típico pasar todo el día pegada de la estación de radio para ganar esos boletos para el concierto “Los 40 Principales”.
Maquillarte cuando te quedabas sola en la casa.
Y aunque terminabas viéndote patética, tú te sentías la gran estrella de la televisión.
Modelar frente al espejo.
Si tenías un espejo grande, seguro lo hiciste.
Hacer cartitas nivel experto para declarar tu amor.
No sé como le hacíamos, pero muchas teníamos una habilidad impresionante para hacer cartas de amor. Hoy ya no recuerdo cómo hacer ni una sola.
Según nosotras escribíamos poemas o frases románticas.
Durante nuestros ratos de inspiración escribíamos frases realmente profundas y conmovedoras que venían desde el corazón. Jajaja ¡Qué tiempos aquellos!
Quemar o comprar CD’s con canciones que nos recordaban al niño que tanto nos gustaba.
Y las cantábamos con un sentimiento que pocos creerían.
Pegar posters y obsesionarnos con alguna boyband.
Yo no sé ustedes, pero yo sí tenía algunos posters de Jonas Brothers durante sus comienzos (lo tenía que confesar).
Unirnos a alguna moda pasajera: emo, dark, etc.
No me arrepiento de haber pasado por mi etapa “EMO,” ya que creo yo me veía bastante linda con mi cabello negro y cara de tristeza ¡Jajaja!