No venimos a decirte que te inscribas al gym y hagas burpees hasta vomitar.
Yo vengo a contarte el chisme bueno:
los deportes que te salvan la salud mental, te esculpen el cuerpo y, plot twist, pueden hacer que ganes dinero.
1. Boxeo (para sacar todo lo que no dices pero sí sientes)
Ideal si: estás harta, te sientes frustrada, traes el enojo guardado desde 2018.
Qué mejora: fuerza, resistencia, seguridad, postura, autoestima.
Extra: después de 3 rounds ya no te duele ni el mensaje que nunca llegó.
¿Cómo haces lana?
– Das clases para otras mujeres hartas.
– Subes tus entrenamientos a redes sociales.
– Entrar a competencias o peleas profesionales.
2. Natación (para limpiar cuerpo, mente y alma con cloro y paz)
Flotar > llorar en la regadera.
Si necesitas paz, cloro y cero notificaciones… este es tu deporte.
Qué mejora: capacidad pulmonar, tono muscular, flexibilidad, sistema inmune.
¿Y la lana?
– Das clases, especialmente a bebés, gente mayor o chicas ansiosas como tú.
– Te vuelves salvavidas. Literal.
– Puedes competir en las olimpiadas
3. Ballet o danza
Ideal si: necesitas conectar con tu cuerpo y dejar de sentirte tiesa.
Qué mejora: postura, elegancia, coordinación, disciplina.
Además saca tu energía femenina elegante, intensa y caótica.
¿Cómo facturas?
– Coreografías para bodas, quinceañeras, eventos sociales.
– Dar clases para no bailar como tamal amarrado.
– Trabajar para videos musicales, eventos, redes sociales etc
4. Artes marciales
Ideal si: quieres disciplina, fuerza mental y saber cómo defenderte sin llorar.
Qué mejora: reflejos, concentración, seguridad, control emocional.
Y sí, se gana:
– Das clases de defensa personal para morras.
– Te vuelves coach.
– Creas contenido para redes o das cursos.
5. Running (si ya estás huyendo emocionalmente, hazlo con técnica)
Ideal si: te gusta estar sola, pero haciendo algo útil.
Qué mejora: sistema cardiovascular, capacidad respiratoria, enfoque mental.
Extra: correr 5km te da más claridad que una charla de 3 horas con tu ex.
¿Y la plata?
– Te metes a maratones con premios.
– Haces retos virales: “21 días corriendo por mi autoestima”.
– Vendes tu plan de entrenamiento básico con frases motivacionales y stickers.
6. Escalada o boulder (si tu vida ya es cuesta arriba, al menos ejercítate)
Ideal si: te encanta retarte y ver progreso visible.
Qué mejora: fuerza, agilidad, estrategia, equilibrio.
¿Dinero real?
– Trabajas en muros de escalada como instructora.
– Das clases para personas que quieren hacer algo diferente con su trauma.
– Abres un blog tipo “cómo escalar sin miedo”.
7. Ciclismo (urbano o de montaña, tú decides si vas zen o adrenalina pura)
Ideal si: necesitas ver paisajes mientras huyes del estrés.
Qué mejora: resistencia, tono muscular, salud cardiovascular.
Extra: te da energía, glúteos firmes y la sensación de libertad que ni el café te da.
¿Cómo monetizar?
– Te vuelves guía de rutas.
– Armas tours ciclistas con brunch incluido (porque classy).
– Haces contenido: “Así me salvó el ciclismo de volver con el ex”.
8. Yoga (pero el de verdad, no el que haces 10 min en YouTube y ya)
Ideal si: tu cuerpo está tenso, tu mente está saturada y tu alma grita “¡ya basta!”.
Qué mejora: flexibilidad, respiración, digestión, estabilidad emocional.
¿Negocio?
– Clases presenciales o online.
– Contenido visual con música sad y frases tipo “inhala paz, exhala tu ex”.
– Retiros de yoga.
9. Pole dance (sí, el de tubo. Y no es para hombres, es para ti)
Ideal si: quieres fuerza, sensualidad, control corporal y autoestima
Qué mejora: core, piernas, brazos, seguridad personal.
Y sí, mana… facturas:
– Clases privadas o grupales para mujeres que quieren sentirse más perris.
– Contenido viral en redes (con estética, no vulgaridad).
– Talleres de autoestima desde el tubo. Literalmente.
10. Senderismo (porque conectarte con la naturaleza te reinicia el alma)
Ideal si: estás saturada de gente, pantallas y pensamientos.
Qué mejora: resistencia, claridad mental, fuerza muscular.
¿Cómo se gana?
– Guía de rutas secretas.
– Armas experiencias tipo: “caminata para soltar al ex + picnic”.
No tienes que hacerlos todos. Pero sí uno.
Porque el cuerpo grita lo que la mente calla.
Y si ya vas a moverte, que sea para sanar… y para ganar.