¿Te ha pasado que juras que el universo te mandó al amor de tu vida… y era más bien un castigo divino?
Amiga, ven. Siéntate. Vamos a hablar de ese tipo de vatos.
1. El que necesita 400 viejas para “darse cuenta” de que tú eres la buena
“Es que contigo sí quiero algo real.”
Ajá, después de meterse hasta con tu prima, tu vecina y tu exmejor amiga.
2. El que trata mal a su mamá
Y tú ahí de terapeuta romántica creyendo que contigo será distinto.
Spoiler: no lo será. Si no respeta a la mujer que le dio la vida, ¿cómo esperas que te respete a ti?
3. El que te conoce desde siempre, pero no te pela… hasta que te ve feliz con alguien más
Ese que te quiere nomás pa’ no verte feliz.
“Es que siempre te he querido, pero me daba miedo.” No, rey. Te daba hueva.
4. El que te dice “me caso mañana”… pero no deja de ch1ngarte hoy
No suelta, no se va, no se define. Te confunde, te usa, te agota… y tú ahí, contestándole como si fuera tu trauma favorito.
Ese vato solo quiere que nadie más te tenga, pero él tampoco te va a cuidar.
5. El que tiene complejo de inferioridad y te quiere para compensar su ego
No te ve como pareja, te ve como trofeo y cuando se canse de competir contigo, va a querer verte chiquita.
Y tú, que brillabas sola, vas a estar dudando hasta de cómo respiras.
6. El que jura que es tu “mejor amigo”, pero cada que puedes ser feliz, se pone raro
No te quiere, te quiere disponible.
Último recordatorio
Si te trata como basura, pero tú sigues esperando que cambie… No es amor. Es dependencia emocional. Así que o te salvas tú, o te vas a tener que volver a salvar después de que ese güey te rompa el corazón en pedazos.