Si hace estas cosas, no vale la pena luchar por él

Todas y todos hemos tenido malas relaciones, pero dentro de lo malo siempre está lo peor. Esas personas que tan sólo les bastan unos días o semanas para volverse por completo unos imbéciles, que te hacen creer que tú eres la de la culpa, logran que te desgastes y que inviertas tiempo y energía a lo baboso, porque al final nada de lo que hagas cambiará o mejorará las cosas.

Así que si aún no logras identificar las señales de alerta para salirte a tiempo de este tipo de relaciones, esto te ayudará a mandarlos al diablo antes de que te desgastes siquiera un poco, porque no vale la pena:

Es posesivo y controlador

El típico ¡Yo sí puedo, tú no’. Quiere controlar lo que haces y dejas de hacer. Te chantajea emocionalmente, te prohibe cosas y quiere manejarte a su antojo. Es la primera señal de alerta, no esperes a ver si cambia, eso no ocurrirá, ¡aléjate de ahí!

Se burla de lo que te gusta y amas

Se enfoca en bajarte el autoestima y destrozar tu confianza al burlarse de tus sueños, de tus logros y de las cosa y personas que amas. Pretende aislarte para que te sientas indefensa y creas que sólo con él puedes ser feliz.

Te compara

Seguro te has topado con esos patanes que te comparan con sus antiguas parejas, minimizándote siempre, claro está. Mándalo a freír espárragos.

Te sientes incómoda

Cuando estás con alguien por el que no vale la pena luchar, todo tu cuerpo y mente grita. Tú sabes que estás incómoda e infeliz, ¡hazte caso!

Te ha sido infiel

¿Qué otra señal más clara que le vales un pepino que una infidelidad? Deja de romantizar, tú no puedes cambiar a una persona, esa no es tu responsabilidad.

Miente

Te miente todo el tiempo, no confías ya en esa persona y todo el tiempo estás paranoica y ansiosa ¡eso no es amor!

Eres su segunda opción

Si estás con alguien que tiene pareja o bien que antepone todo antes que a ti, deja de desgastarte a lo tonto, no vas a obtener más que desgracia.

No está cuando lo necesitas

Tú siempre estás cuando lo necesita, pero cuando lo necesitas tú, brilla por su ausencia. Si no hay reciprocidad, la cosa no es ahí.

Maltrato emocional y/o físico

Y bueno, parece obvia pero no lo es tanto. Nuestra baja autoestima ocasiona que aceptemos lo menos de lo menos. Así que, si lograste salir de una relación así, busca ayuda psicológica, necesitas trabajar en ti para no volver a caer en lo mismo.