Elegir una pareja no es cosa sencilla y tantito menos lo es lograr que esa relación se mantenga fuerte, sana y linda. El amor se trabaja todos los días, pero si desde un inicio todo pinta mal, entonces lo mejor será que des borrón y cuenta nueva porque hay cosas que simplemente no tienen salvación.
Pero la pregunta aquí es ¿cómo puedo detectar que mi relación que apenas comienza no durará mucho?, ¿cuáles son las señales de alerta? Bueno, calma que hoy yo te lo voy a contar.
Nota: Hemos hecho alianza con ‘Necesito un Consejo’ para ayudarte si es que estás pasando por un momento en el que necesites hablar con alguien sobre algún problema de autoestima, relaciones o cualquier otro dilema que tengas. Manda DM y te ayudaremos.
Empezaron con mentiras
Si tu relación empezó bajo el manto de la infidelidad, con esto me refiero a si tu eras la amante mientras él tenía novia o viceversa, no tengas expectativas muy altas en cuanto a la duración de tu relación. La desconfianza se irá apoderando y si no son lo suficientemente maduros como para hablarlo y sentar las bases, lo más seguro es que la historia se repita.
Los silencios incómodos siempre están al asecho
Cada vez que se ven la platica dura menos que un suspiro, no pasan de los temas triviales, los silencios incómodos llegan como abejas al panal y ya no saben qué hacer para ahuyentarlos. Y no me refiero a los silencios incómodos de las primeras citas en donde los nervios son los responsables, sino a que simplemente no saben de qué hablar y hasta incómodos se sienten juntos.
No tienen el mismo sentido del humor
El sentido del humor es de las cosas más importantes en una relación. A la larga se necesita para enfrentar problemas, desacuerdos y para crear la medicina más grande de todas: la risa. Si uno de ustedes tiene un sentido del humor negro y el otro más blanco o hasta soso, no podrán ni disfrutar las mismas películas, habrá malentendidos en conversaciones y simplemente no podrán hacer click.
Hay más interés de una parte
Si te pasa que eres tú la que siempre tiene que buscarlo, la que más demostraciones de afecto tiene, la que tiene que tomar la iniciativa en todo, etc. Bueno, está más que claro que si sólo hay interés de un lado, la balanza terminará por vencerse.
Necesitan estar rodeados de más personas
La incomodidad y el aburrimiento se instala entre ustedes dos cuando pasan mucho tiempo solos. Prefieren pasar tiempo juntos cuando hay personas de por medio, como amigos o familiares, sólo así se disfrutan mutuamente.
Pelean constantemente
Hay más peleas que momentos lindos y de paz. Cualquier cosa es un buen motivo para comenzar la discusión. Han llegado incluso a insultarse, a tratar de herirse verbalmente y psicológicamente.
Tienen ideologías distintas
Para que una relación tenga éxito es necesario que ambos tengan la misma base ideológica y no hablo sólo de religión (que al final tiene peso porque, qué pasa si llegan a tener hijos, cómo mediarán esa parte) sino de valores. Por ejemplo, no puedes andar con un machito con dos neuronas si eres una mujer independiente. No puedes estar con alguien que quiere casarse y tener hijos si tú no quieres lo mismo. ¿Ya me explico?
No eres tú misma cuando estás con él
Cuando pierdes tu esencia, cuando cambias tu personalidad, tus gustos y tus metas por alguien más, la relación está destinada a estrellarse con bombo y platillo. Tú pareja tiene que motivarte, dejarte ser libre, tiene que amarte mientras tú eres tú.
Los ex siguen apareciendo en la escena
Si alguno de los dos (o los dos porque se da mucho el caso) no ha cerrado ciclos con parejas anteriores, la relación fracasará a lo grande sí o sí. Al no cerrar un ciclo comienzas a repetir los patrones negativos en la nueva relación, comienzan las comparaciones y no eres libre de amar de una forma nueva y diferente.
No toma en cuenta tu opinión
Si eres tú la que siempre está ahí para escucharlo y apoyarlo y no recibes lo mismo a cambio ¿qué haces ahí? Si sólo se hace lo que él quiere, si la respuesta correcta siempre es la suya, si no hay acuerdos sino imposiciones, ¿qué haces ahí?.