¡Calma! Ya sé que están pensando: “Y esta qué se cree, la que tiene mucha vida ¿o qué?” No, no se trata de eso, dejen les explico antes de que me odien. Un día mientras me tomaba un café, yo y mi soledad nada más, chismeaba en Instagram buscando poses para que mis selfies ya no se vieran tan choteadas. Y fue ahí cuando me di cuenta que todos y todas somos unos falsos. Nos tomamos fotos para demostrarle al mundo que tenemos una vida interesante, cuando en realidad es bastante ordinaria ¿Por qué? ¡No lo sé!
Así que me dije a mi misma: “Mi misma, estas son las fotos que no te volverás a tomar jamás ¡Basta de fingir! Si no tienes nada que mostrar pues no muestras nada y punto” Y estas son las selfies que quedaron en mi lista negra:
Filtros tontos ¡Bye! Checando mis selfies me di pena ajena yo misma. Así que se van para siempre.
Nunca falta la foto con la mascota, que para subir esa tomaste 456 porque el perro nada más no cooperó. Obtuviste tu foto y ni un paseo le diste al pobre para agradecerle la paciencia.
Tengo personas en mis redes sociales que se toman selfies cada vez que van a Starbucks, como si eso les diera status y una vida interesante. Lo más triste es que los ves en la cafetería tomandose fotos, todo el tiempo en el celular, no platican con nadie ¡Lamentable!
Esta es la que más pena ajena me da. Personas que se toman selfies mientras caminan y además se ríen como si les hubieran contado un chiste ¿De qué se ríen?
La típica selfie de las fiestas. Todos posan como si fuera la mejor reunión de la vida. Se acaba la foto, todos en sus celulares, y la fiesta mega aburrida. Pura apariencia y nada más.
Pasártela en tu casa viendo la televisión no es tener vida o mínimo una productiva. Aunque tu selfie quede súper chula, es engaño.
Yo no entiendo por qué la gente se empeña en posar tan falsa y sobreactuadamente en todas sus fotos. Es como querer vivir una vida que no es.
Seguro que lo han visto mil veces (o hasta lo han hecho) Toman las selfies de Best Friends, termina la foto, cada quien la sube, se la pasa checando las notificaciones y las “Besties” ni se pelan entre sí.
Como si fueras de aventura pero en realidad vas a casa de tu abuela…
No entiendo tampoco este tipo de fotos ¿Cuál es el objetivo?, ¿Qué significan?, yo sólo veo a alguien obstruyendo y fastidiando mi paso.
También están las personas que suben selfies todos los días sin falta alguna. Nadie necesita que documentes tu día, no eres una celebridad.
Estas me matan de risa. La parejita que quiere mostrarle al mundo lo perfecto de su amor. Pero la realidad es que ambos están en el celular, no se pelan y su relación no es mágica.
Y no olvidemos las fotos sin sentido que caen ya en lo absurdo y ridículo. Osea qué tiene que ver la diamantina con la temperatura.
Las que se despiden todas las noches con foto sexy en la cama. Como si millones de personas estuvieran al pendiente de ver a qué hora se va a dormir.
Y obvio también saludan todas las mañanas con la típica y fastidiosa frase: “¡Días! Pffff Gracias, no sabía que ya había amanecido hasta que nos confirmaste que ya era de día.
Y la joya de joyas, la selfie con el libro que jamás leerán. Sólo lo usan para la foto y para fingir que aman la lectura.