Una chica mala no es aquella que bebe y fuma sin parar y que tiene una actitud mala ante la vida, eso no es una chica mala. Una chica mala es llamada así porque es como es y quiere ser, porque los estereotipos no la tocan y vive su vida con intensidad y sin mirar atrás, es segura de sí misma y eso la hace irresistible.
Quienes la critican en el fondo quieren ser como ella. Todas llevamos a una dentro y deberíamos dejarla tomar las riendas.
Nos vale ma%&$ la opinión ajena
Cuando eres tú misma, cuando te liberas de estereotipos y de presiones sociales aparecerán personas frustradas y cerradas que tratarán de liberar sus traumas contigo. Pero como ya lo sabes te vale un pepino y la mitad de otro, eres como eres y eso te hace feliz.
Tenemos amigas de verdad
No sé que pasa con la mayoría de las mujeres, pero no saben ser amigas, siempre viven en chismes y criticando a quien se le pare enfrente, incluso a quienes consideran sus “amigas”. Y eso hace que no quepan en nuestra vida, pues es un fastidio tener gente así a tu alrededor. Gente auténtica atrae gente auténtica.
Nos divertimos más
Pena, pudor e inhibición no son palabras que estén dentro de nuestro vocabulario. Nos atrevemos a hacer cosas que otras chicas ni en sueños harían, así que tenemos experiencias mucho más intensas y divertidas.
Somos nosotras mismas
Hemos desarrollado mucho más nuestra seguridad y al no intentar encajar en los estereotipos normales, terminamos conociéndonos mucho mejor a nosotras mismas. Sabemos perfectamente qué queremos, cuándo lo queremos y cómo lo queremos. Nos volvemos irresistibles porque no tratamos de ser alguien más.
Cero drama
No somos de ese estilo de chicas que se la pasan sufriendo por amor, de esas que perdonan y perdonan y viven en una novela constante. No damos segundas oportunidades, si fallas te vas al diablo, no hay más.
Tenemos nuestra propia moda
No nos interesa si ya no se puede usar amarillo en invierno o el negro no se ve bien en primavera. Nos ponemos lo que nos hace sentir cómodas y lindas.
Somos independientes
No estamos esperando a que llegue el príncipe a rescatarnos de quién sabe qué y que nos cuide para siempre. Obvio queremos encontrar al indicado pero para que viva aventuras a nuestro lado, no para que nos encierre en una torre y nos mantenga a salvo.
No tememos tomar la iniciativa
Eso de esperar a que te llame, a que te invite a salir no nos va. Tomar la iniciativa nos encanta, no esperamos a que la vida llegue, salimos a buscarla.
Jamás decimos “no sé”
Si alguien nos pregunta a dónde queremos ir, qué queremos comer o cualquier tipo de pregunta, siempre tendremos una respuesta. Jamás saldrá de nuestra boca un “no sé” o un “lo que tú quieras”
La sensualidad es nuestro código de barras
Las chicas malas somos las más buenas porque los chicos y las chicas aman nuestra seguridad, nuestra confianza y sensualidad. Porque sabemos hacia dónde vamos ya que nos atrevemos a salir de lo típico, nos atrevemos a vivir.
