Simplemente no puedes no tener al menos una blusa blanca dentro de tu guardarropa. Es casi un pecado, y es que si hay una prenda indispensable y extra básica, es esta. La puedes usar con toda tu ropa, para verte casual y formal, es una verdadera joya.
Así que si no tienes una, corre a conseguirla porque es imperdonable.
El blanco es tan combinable como el negro, así que va con absolutamente todo.
Te permite jugar con tus demás prendas y accesorios.
Te da un toque fresco y luminoso.
Además de lindas son cómodas, así que tendrás todo lo que necesitas de una prenda.
La puedes llevar a la oficina sin ningún problema.
Tus jeans son su media naranja.
Si es un poquito más larga, únela a tus leggins.
Perfecta para esos días de aeropuerto.
Desenfadada y casual.
Para un domingo de pants.
Hazle un nudo y dale un giro divertido.
Hay de varias telas, tipos de cuello y tamaños. Por eso necesitas más de una.
Una así te dará tres looks en uno.