Los hombres y las mujeres estamos en constantes cambios, algunos son hormonales, otros en nuestro físico y también en nuestra manera de pensar y gustos…
Aunque no muchas veces se hable de ello, estos cambios traen consigo algunas secuelas que provocan un desequilibrio en nuestro estado de ánimo, estrés, humor y hasta personalidad. Estas situaciones no son exclusivas de personas con inseguridades o depresivas, también suceden en las personas “comunes y corrientes” que se consideran estables y que jamás habían experimentado periodos de “crisis”, por decirlo de alguna manera.
Hoy, con el objetivo de tranquilizarte un poco, quiero darte algunos tips para quitar poco a poco a esa “vocecita” intrusiva que a veces no te deja pensar ni concentrarte por los pensamientos negativos que intenta meter en tu cerebro.
Habla de tus problemas en voz alta
Si tienes un mejor amigo, pídele paciencia y que te escuche ya que tienes que decirle algunos problemas que tú misma necesitas escuchar en voz alta. El sonido ayuda a que tu cerebro asimile más una situación, por lo que será mucho más sencillo ir disminuyendo y controlando esos malos pensamientos dentro de ti.
En caso de que no quieras hablarlo con nadie, grábate en tu celular diciendo lo que sientes y después escúchate. Suena raro pero es muy efectivo para calmar un poco a tu cerebro.
Mira las cosas buenas que tienes a tu alrededor
Cuando entramos en esta etapa, es común ver todo lo negativo que te sucede y jamás nos fijamos en las cosas buenas que tenemos a nuestro alrededor. Mira hasta las pequeñas cosas y date cuenta que en tu mundo existen muchas cosas lindas… Desde el amor incondicional que te tiene tu mascota, hasta la oportunidad de tener libertad, salud y las posibilidades de hacer lo que tú quieras de tu vida.
No dejes que un mal pensamiento lleve a otro
Usualmente estos periodos de “malos pensamientos” suceden cuando en tu vida hay un acontecimiento que te marca. Es normal que tu mundo se desestabilice y pierda un poco el equilibrio, pero no te preocupes, no estás loca ni te sentirás así de por vida. Cuando sientas que los pensamientos intrusivos llegan, no les hagas caso ni dejes que ellos te sugestionen. No tomes como verdades las cosas que pasen por tu cabeza.
Ej: Si tu novio no te contesta, no dejes que tus pensamientos lleven a otro haciéndote creer que él te está siendo infiel o que no le importas, etc.
Cuando sientas que los pensamientos intrusivos quieren atacarte, no les des poder
Aunque al principio cueste trabajo, verás que poco a poco irás logrando frenarlos más rápido. No dejes que ellos tomen control de tus ideas.
No te sugestiones
No te comiences a hacer ideas de que terminarás en un psiquiatra, algunas veces estos periodos duran más que otros. No estás loca ni tienes porqué deprimirte al tenerlos.
Mínimo 2 veces a la semana intenta hacer actividades que te apasionen
Dale a tu cerebro algunas actividades en las que se pueda enfocar. Por ejemplo, inscríbete en clases de canto, baile, pole dance, etc. Intenta ir mínimo 2 veces por semana, ¡te ayudará como no tienes una idea!
Durante este periodo no te juntes con personas tóxicas que sigan llenando de mala vibra tus pensamientos
No digo que les dejes de hablar para toda la vida, pero evita pasar tiempo con personas que no te escuchen, que solo quieran hablar de ellos, que te contagien sus problemas, etc. En este caso aplica el dicho de que “es mejor estar sola que mal acompañada”.
Expresa tus emociones de la manera que tú mejor lo creas
Si necesitas llorar por estar muy sensible debido a esto, hazlo con el propósito de no guardarte nada. No dejes que ese sentimiento de fuego en tu garganta se quede ahí. Grita o haz lo que creas necesario para sacar todo lo que traigas dentro.
Deja de pensar que estás volviéndote loca
La mayoría de las veces no encontrarás ni siquiera la razón del por qué te sientes así. No te obsesiones, simplemente deja que la vida fluya y trata de no prestarle demasiada atención.
Ten en cuenta que a todas nos sucede, no eres la única que pasa por esto
Hay veces que estos periodos atacan con más fuerza que otros y no eres la única que los experimenta. Hazte a la idea que tú decides qué tanto permitirás que te afecten o no.
La mejor manera de eliminar estos pensamientos es tomar las cosas con calma, hablarlo con tus personas de súper confianza y pedirles que te entiendan si es que en ocasiones te ven triste, con diferente humor, ida, o simplemente “rara”. Ten paciencia y verás que volverás de nuevo a sentirte como tú misma.