No importa si ya eres team colágeno en pastilla, team “me arde el ácido” o team “me lavo la cara con jabón Roma”…
Aquí van los secretos más turbios, virales y potentes para que tu piel diga: ¿cuarentona yo? jamás, mijo.
Ácido mandélico:
Sirve para borrar manchitas, textura fea, granos rebeldes y líneas leves. No arde como el glicólico, así que puedes usarlo sin parecer salchicha hervida. Lo aplicas por la noche, 3 veces a la semana, y en 3 semanas ya te dicen “señorita” en el banco.
Retinol: el tóxico que SÍ te conviene
Te va a pelar la cara (literal), pero después te la deja nueva. Ideal para arrugas, textura, poros abiertos, y ese brillo opaco de señora estresada. Va de menos a más, empieza suavecito o se te cae la cara como tortilla mal cocida.
Niacinamida: la más buena onda del skincare
Te calma la cara, cierra poros, controla grasa, desinflama y hasta te mejora el humor. Puedes usarla de día o de noche.
Ácido hialurónico: agua para tu cara seca
Hidrata, rellena, da glow y se lleva bien con todo. Aplícalo con la cara un poquito húmeda para que chupe bien el agua y no te deje pegajosa
Crema de jalea real con concha nácar y vitamina E: combo de señora
Esto es como la poción mágica de tu abuela que nunca te dijo. Hidrata, aclara y deja glow de señora de las Lomas. Solo úsala de noche
Clara de huevo en la cara: botox natural pero oloroso
Tensa la piel como si te hubieras estirado con cinta. Déjala secar en la mañana, enjuaga con agua fría y siente cómo tu cara sube sola como elevador nuevo. No huele bonito, pero sí funciona.
Protector solar diario: el verdadero antiedad
No importa si no sales, si está nublado o si eres vampira: TE LO PONES!!!. Es lo único que evita que tu cara envejezca más rápido que tu fe en el amor. Y punto.
Aceite de coco: solo si eres piel seca y cero porosa
Es nutritivo, brillante, hidratante, pero si tienes granitos o piel mixta… te va a traicionar. Si lo usas, que sea de noche y poca cantidad, como tus ganas de trabajar un lunes.
Vitamina C: la chispa que tu piel necesita
Aclara, da glow, unifica tono y hace que parezcas rica aunque duermas en colchoneta. Úsala de día, pero con bloqueador, si no… bye glow y hola manchas.
Masaje facial: el lifting casero
Hazlo con tus dedos o con una cuchara, pero hazlo. Sube tus pómulos, tu autoestima y la circulación. Te relaja y le dice al estrés: “aquí no se me nota”.
El tip que nadie te da
DUERME. Literal. Si no duermes bien, ni el ácido más caro te va a servir. Ojeras, granos, piel opaca… todo se nota. Así que sí, la rutina de skincare empieza en la cama (y no con tu ex, porfa).
Compártelo con tu amiga que dice “ay ya para qué, si ya tengo 30” y dile: mamita, la juventud no es de edad, es de actitud (y del retinol bien usado).