¿Las parejas que abren su relación terminan mal…?

2 min de lectura

Abrir una relación suena moderno, espiritual y muy “yo no soy celosa, soy evolutiva”. Pero la verdad, a veces no estás abriendo la relación… estás abriendo la puerta al caos.

Porque sí, se oye muy “cool” decir “somos no monógamos éticos”, hasta que te das cuenta de que la ética no incluye acostarse con tu mejor amiga, y el “no monógamo” solo aplica para uno.

Las relaciones abiertas se pusieron de moda

Entre la gente que ya no sabe si tiene ansiedad o simplemente mucho tiempo libre. “Queremos explorar”, dicen. Pero lo que muchas veces pasa es que alguien explora más rápido, más seguido… y sin avisar.

Y mira, no es que no funcionen. Hay parejas que lo logran. Pero hay otras que terminan haciendo un álbum entero porque abrir la relación se convirtió en abrir heridas.
(“Tenía que ser con extraños”, canta. Traducción: me engañaste con conocidas, maldito!!!!).

El problema no es el poliamor… es el AUTOENGAÑO

A muchas mujeres les vendieron la idea de que “abrir la relación” era una forma de demostrar madurez emocional. Y sí, suena empoderado hasta que te das cuenta de que en realidad lo hiciste para que él no se fuera. Spoiler: igual se fue, solo que ahora con otra.

La realidad (que nadie quiere ADMITIR)

La mayoría no tiene ni el tiempo ni la estabilidad emocional para manejar tres relaciones al mismo tiempo. Si con una ya te cuesta contestar WhatsApp, imagina mantener tres conversaciones emocionales activas sin olvidar quién te contó qué trauma infantil.

Y aunque hay casos donde abrir la relación salva lo que ya estaba medio mu3rt0 —porque ayuda a hablar más, a conocer tus límites, a redescubrirte, la mayoría lo intenta como último recurso.
Y cuando haces eso, lo único que consigues es acelerar la ruptura.

LA CONCLUSIÓN MÁS REALISTA Y MENOS SEXY

Si vas a abrir tu relación, hazlo por curiosidad, no por desesperación. Por conexión, no por miedo. Y antes de andar diciendo “queremos probar algo nuevo”, mejor prueben terapia.

Porque, amiga, abrir una relación no siempre destruye el amor… pero sí te deja claro quién estaba ahí por ti y quién solo quería una excusa elegante para ser infiel.