El día de hoy quiero dedicar este post a todas aquellas mujeres que en algún momento de sus vidas se han sentido inseguras por no tener ese cuerpo “perfecto” que durante toda la vida, la sociedad les ha hecho creer que deben tener.
Soy un hombre que siempre he admirado la belleza de las mujeres y cuando digo belleza, no me refiero al físico. La verdadera belleza de una mujer se ve cuando ríe, te mira, llora y platica contigo. Cuando deja al descubierto su verdadera personalidad y te da permiso de ver todas las maravillosas cosas que se encuentran dentro de ella.
Una mujer no es un par de pechos lindos, cintura de avispa o trasero levantado. Una mujer es un montón de sentimientos y enigmas tan complejos, que a veces ni ellas mismas pueden descifrar. Eso es lo que las hace tan curiosamente perfectas.
Tengo que agradecerles en nombre de todos nosotros, ya que si no fuera por ustedes, los hombres jamás tendríamos la oportunidad de experimentar tantas emociones y lo más increíble de todo, es que las pueden provocar con tan sólo regalarnos una sonrisa.
Sé que hay demasiados hombres cobardes que las han lastimado diciéndoles cosas que han roto su corazón y que las han hecho creer que no son lo suficientemente “buenas” para merecer todas las cosas buenas de este mundo. Esos hombres son realmente estúpidos y su cerebro es tan pequeño que no pueden comprender que el físico, dinero, etc… son sólo un accesorio a lo que en verdad importa, que es nuestra alma.
Por eso con toda seguridad, les puedo afirmar que la curva mas linda, hermosa y que podrá enamorar a cualquiera, es la de su sonrisa. ¡Jamás lo olviden!
Muchos me podrían decir que soy un mentiroso, pero sinceramente me da igual. Tuve la fortuna de que mis padres desde pequeño me educaron de una manera diferente a las de muchos hombres.
¡Sonrían!
