Hola eslamoditas, hoy quiero mostrarles una carta que escribí a mi ex. Estos 3 últimos años han sido muy difíciles para mi ya que no consigo olvidarlo y lo único que quiero es poder sacar todos esos sentimientos que traigo atorados dentro de mi. Si has vivido algo similar a mi, sabrás por lo que estoy pasando.
Para mi ex:
Hoy se cumplen 3 años desde que mi corazón comenzó a caer en una constante depresión y negación debido a que terminamos. Aún recuerdo ese día cuando me dijiste que lo mejor sería que cada quien siguiera su camino separados. Yo en ese entonces creí que sería lo mejor ya que para ser sincera, nuestras discusiones ya eran tantas que jamás creí que te fuera a extrañar así como lo he hecho durante todo este tiempo, de hecho en ese momento me senti feliz de no volver a saber de ti.
Ha pasado tanto tiempo y creo que necesito ayuda, necesito que alguien me diga cómo lograr sacarte de mi cabeza, de mis sueños y por supuesto de mi marchito corazón. Mientras más trato de olvidarte, más te recuerdo y tratar de borrarte para siempre de mi vida se convierte en una tarea simplemente imposible.
Mis amigas ya no saben que hacer conmigo, de hecho han estado a punto de llamarte para explicarte como me siento, pero yo les ruego que no lo hagan. Sinceramente si estuviera enfrente de ti en estos momentos, no sabría que hacer ni que decir… posiblemente te diría que te sigo amando, pero me da miedo. Creo que no podría soportar que me rechazaras.
Todas las noches cierro los ojos con fuerza y deseo que al despertar tenga un mensaje tuyo en mi celular preguntándome cómo estoy, algo que me haga saber si es que tú también has pensado en mi, pero al despertar lo único que encuentro en mi celular son esas fotos que alguna vez nos tomamos y que ahora cuentan una historia, una historia que para mi no ha tenido un final feliz.
Lo que más me duele es darme cuenta que esas pequeñas diferencias que tuvimos, hubieran podido ser resueltas de manera muy sencilla, solo que ambos fuimos muy orgullosos e inmaduros y eso pudo más que el amor que nos teníamos. Aunque he estado a punto de llamarte, el miedo a saber como reaccionarás, no me ha permitido hacerlo.