Santa jamás ha pedido nada a cambio por traernos todo lo que le pedimos cada navidad, tan sólo quiere que nos portemos bien. Así que ¿por qué no regresarle un poco de lo que nos ha dado?
Si te preguntas cómo puedes hacerlo, la respuesta es muy simple: ¡galletas! Pero no cualquier galleta, unas lindas hechas por ti como las que estás a punto de ver.
Una hermosa puerta para hacerle saber que es más que bienvenido.
Rellenas de caramelo para que aguante toda la noche despierto.
O algunas que parezcan un caramelo.
Hermosos angelitos para que sepa que tú fuiste igual todo el año.
Para sus bellos renos.
En forma de bastón de dulce.
Hombres de nieve y pingüinos.
Una galleta enorme y espectacular en forma de noche buena.
Osos como los que hay en su casa.
Seguro que ástas van a ser sus favoritas.
Coronas navideñas.
Él deja regalos en tu bota, tú déjale una bota de regalo.
Con la cara de su esposa.
Esferas super detalladas.
Un hombre de jengibre gigante.
Galletas rellenas de dulces.
Bolas de nieve.
Hombres de nieve derretidos.
O con su rostro en ellas.