Cuando te conviertes en mamá, de la nada aparece gente que cree saberlo todo, que te criticará y que te dará su opinión sin que se la hayas pedido. Gente que siempre te dirá que no estás haciendo bien las cosas, que esto y que el otro. Es bastante cansado, así que hemos ideado una serie de respuestas que te librarán de este mal.
¡Chécalas!
¿No crees que ese niño está demasiado apegado a ti?
¡Pues claro que está apegado a mí, soy su madre! Me preocuparía que estuviera apegado al señor de la basura.
¿No te cansas de darle pecho?
No, me canso de estarte escuchando.
Vas a dañar a ese niño si lo sigues atendiendo a la primera que llora.
Más daño le voy a hacer si hago caso a tus sugerencias.
¿Todavía le estás dando pecho? ¡Le vas a crear una fijación!
¿Todavía me preguntas lo mismo? La fijación ya la traes tú.
Deberías taparte cuando lo amamantas.
Debería taparme los oídos cada vez que tú hablas.
Empieza a ignorarlo un poco para que se vaya acostumbrando.
OK, empezaré a ignorar, pero a ti. A ver si así te vas acostumbrando.
El hijo de mi vecina ya empezó a caminar y tiene la misma edad que el tuyo. Y el mío empezó a hablar mucho antes que tu bebé.
¡Qué bueno! Cada bebé es diferente y yo no comparo al mío.
Si le das biberón más gente podrá ayudarte con el bebé.
Si quieren ayudarme podrían hacer la comida, cambiarle el pañal, limpiar la casa, lavar la ropa, sacar al perro, etc.
Dar pecho sólo está de moda, deberías darle fórmula.
Sí, amamantar está de moda desde que el mundo apareció.
Tienes muy mal acostumbrado a ese niño.
Mala costumbre es andarse metiendo donde no la llaman.