¿Cómo saber si una mujer ya te está dejando?

Hay señales. Claras. Brutales. Y la mayoría de los hombres las ignoran hasta que ya es demasiado tarde. ¿Quieres saber si ella ya se fue, aunque siga en casa?

Todo empieza con una mujer cansada

NO con una infidelidad. NO con otra persona, empieza con una mujer que pidió algo y no fue escuchada, pidió atención, ternura, respeto, presencia. Tú creíste que exageraba. Que era muy intensa, ella se tragó el coraje, lo guardó, se le hizo costumbre y cuando el resentimiento se volvió más fuerte que el amor… cambió todo.

Señales de que ya no te elige

  • Empieza a vestirse diferente (no por ti, por ella).
  • Se arregla más, se toma fotos, sube historias sugerentes.
  • Te pide el celular (porque ya no confía).
  • Se junta con sus amigas, las enojadas, las que ya se divorciaron.
  • Cambia sus contraseñas. Se vuelve misteriosa.
  • Sale sin decirte con quién, y regresa tarde.
  • Ya no hay intimidad, ni risas, ni planes contigo.
  • Se aleja de los hijos, de la casa, de todo lo que compartían.
  • Siempre está enojada. Te responde feo. Te ignora.

 

Y tú ni te diste cuenta

Porque estabas en lo tuyo, porque pensaste que el amor era eterno, porque creíste que como tú no la ibas a dejar, ella tampoco a ti. ERROR. Hoy, las que están dejando son las mujeres y los hombres, llorando con terapeutas. Literal.

¿Por qué se van?

Porque no se sienten vistas, porque sienten que viven con un extraño, porque tú te doblaste, porque dejaste de ser líder, compañero, hombre y no, no es “machismo”, es falta de presencia.
Un hombre que se arrastra por amor no inspira amor. Inspira lástima.

¿Y si ya se fue?

No compres flores, no pagues con amante, no te humilles, mejor entiende qué hiciste mal y trabaja en ti, no para que regrese, sino para que no te vuelva a pasar.

¿Qué quieren las mujeres?

No quieren un esclavo, no quieren un macho, quieren un hombre que escuche, que sostenga, que tenga límites claros, fidelidad y respeto… No hay más, no es tan complicado que las haga sentir amadas… pero también protegidas y eso, amigo, no se compra. Se cultiva.

“Cuando una mujer se va, no es por capricho. Es porque lloró, gritó, pidió… y nadie la escuchó.”