Cómo llevar una camisa en invierno sin morir de frío en el intento

Las camisas no suelen ser prendas calientitas ni arropadoras. Siempre son de telas delgadas, y para llevarlas así nomás al trabajo, pues no, se requiere un poco más de imaginación para adaptarlas y no morir de frío en el intento. Y así es cómo puedes lograrlo.

Con todas las capas de ropa posibles encima.

Debajo de un suéter de lana, con uno más encima para accesorizar y calentar.

Con tus jeans acampanados y ese suéter flojito.

Con un suéter de cuello alto debajo.

Con una cangürera para acinturar el suéter.

Los chalequitos obviamente.

Un chaleco más largo y cinturón para hacer silueta.

Dejando que la camisa sea la pieza más larga.