Es un hecho: las relaciones con las suegras pueden ser maravillosas o, en algunos casos, un poco desafiantes. A veces, lo que parece un comentario inocente tiene un tono oculto que puede incomodar. Aquí te presentamos una lista de comentarios pasivo-agresivos que muchas mujeres han escuchado de sus suegras, acompañados de ideas para responder con elegancia y sin caer en conflicto.
“Mi hijo nunca hacía eso antes…”
Traducción: “Yo lo crié diferente, y no estoy segura de que lo que estás haciendo sea lo mejor.”
Respuesta amigable: “¡Qué interesante! Bueno, siempre hay algo nuevo que aprender juntos, ¿verdad?”
“¿Estás segura de que quieres usar eso?”
Traducción: “No creo que ese atuendo sea apropiado o te favorezca.”
Respuesta amigable: “Claro, por eso me lo puse.”
“En mi casa, eso nunca pasaba.”
Traducción: “No estoy de acuerdo con cómo manejas tu hogar.”
Respuesta amigable: “Cada familia tiene sus propias tradiciones, ¿verdad? Aquí estamos creando las nuestras.”
“Ay, yo a tu edad ya hacía todo sola.”
Traducción: “Creo que no estás haciendo lo suficiente.”
Respuesta amigable: “¡Qué admirable! Cada época tiene sus retos, ¿no crees?”
“Es que a mí me gusta más como lo hacía la novia anterior.”
Traducción: “No estoy completamente feliz con lo que haces.”
Respuesta amigable: “Qué interesante, pero ahora la novia soy yo y este es mi estilo.”
“Yo no me meto, pero…”
Traducción: “Te voy a dar mi opinión aunque no la pediste.”
Respuesta amigable: “Gracias por compartir tu punto de vista, pero nosotros decidiremos qué es lo mejor.”
“Ese platillo me queda diferente, pero está bien.”
Traducción: “No me gustó del todo cómo lo hiciste.”
Respuesta amigable: “¡Claro! cada uno le pone su toque y sazón.”
“¡Qué bueno que él ayuda en la casa! En mis tiempos eso no pasaba.”
Traducción: “No entiendo por qué él hace cosas que yo no esperaba de un hombre.”
Respuesta amigable: “¡Sí, somos un gran equipo! Qué bueno que los tiempos han cambiado, ¿verdad?”
“¿Ya pensaron en darle un hermanito al niño?”
Traducción: “Creo que deberían apurarse con el tema de los hijos.”
Respuesta amigable: “Es un tema que hemos pensado mucho, y cuando sea el momento, lo sabrás.”
“¿Te ayudo a limpiar?” (Justo después de que limpiaste)
Traducción: “No está tan limpio como yo lo haría.”
Respuesta amigable: “¡No gracias! Creo que ya está bastante bien por ahora.
“¿Esa es la forma en la que cocinas esto?”
Traducción: “No creo que lo estés haciendo bien.”
Respuesta amigable: “Sí, esta es mi versión. ¡Siempre me gusta experimentar un poco en la cocina!”
“Qué flaca estás, deberías comer más.”
Traducción: “No creo que estés tan saludable como deberías.”
Respuesta amigable: “¡Gracias por preocuparte! Me siento muy bien, pero siempre trato de cuidar mi salud.”
“Mi hijo antes de casarse nunca se enfermaba.”
Traducción: “Creo que no lo estás cuidando bien.”
Respuesta amigable: “A veces el estrés y el trabajo nos pasan factura. Por suerte, nos cuidamos entre los dos.”
“¿Por qué no me preguntaron antes? Yo ya sabía cómo hacerlo.”
Traducción: “No puedo creer que hayan tomado esa decisión sin consultarme.”
Respuesta amigable: “Pensamos mucho en esta decisión, y era algo que nos correspondía sólo a nosotros.”
“En mis tiempos, los niños no hacían tanto berrinche.”
Traducción: “No estás criando a tus hijos como creo que deberías.”
Respuesta amigable: “Cada generación enfrenta retos diferentes, y las maneras de crías evolucionan, los niños son niños.”
“¿Por qué gastaron en eso? Yo nunca lo habría hecho.”
Traducción: “Creo que toman decisiones financieras equivocadas.”
Respuesta amigable: “Sí, lo discutimos mucho antes de decidirlo. Cada familia tiene prioridades distintas.”
“Yo no quiero molestar, pero a veces siento que no me toman en cuenta.”
Traducción: “Quiero ser parte de todo y me molesta no estar involucrada.”
Respuesta amigable: “¡No es nuestra intención! Siempre valoramos lo que aportas, pero hay cosas que sólo nos corresponden a nosotros.”