Aceptémoslo, todas hemos sentido esa vergüenza de ponernos chanclas y ver que nuestros pies parecen haber sobrevivido a una excursión por el desierto. Tranquila, aquí vienen los hacks para que tus pies pasen de “lija industrial” a “suavecitos nivel anuncio de crema”.
1. Remojo milagroso
Agua tibia, sal y unas gotitas de aceite de oliva. 15 minutos y adiós a la mitad del problema. Extra tip: ponle unas rodajas de limón para que huela a spa y no a pie.
2. Lima, pero sin violencia
Nada de irte como si lijaras un mueble viejo. Movimientos suaves y circulares, o terminarás con el pie más sensible que tus sentimientos en tu semana hormonal.
3. Piedra pómez fiel
Esa que te compró tu abuelita aún sirve. Solo úsala con el pie húmedo y sin querer arrancarte media planta del pie. Constancia > fuerza.
4. Crema espesa antes de dormir
No crema de manos, no crema de cara, crema espesa tipo manteca. Póntela, ponte calcetas y despierta como nueva.
5. Mascarilla casera para pies
Miel + azúcar + unas gotitas de aceite de coco. Masajea, enjuaga y siéntete influencer de belleza con tu propio spa low cost.
6. Evita el zapato as3sino
Si sabes que esos tacones te torturan más que tu ex, úsalos con plantillas o no los uses a diario. Prevenir es mejor que andar parchando.
7. Visita al podólogo sin pena
No es lujo, es necesidad. A veces el cayo está tan instalado que solo un profesional lo puede desalojar.
8. Hidratación diaria
La crema no es solo para cuando te acuerdas. Pies suaves = crema todos los días. No hay truco que dure si no hidratas.
Y LISTO!!! Créeme, no hay nada más sexy que unos pies cuidados… bueno, sí, que esos pies no huelan. Pero ese es otro tema.
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