Llega un momento en la vida donde necesitas tener tu propio espacio, ya sea porque las reglas que hay en casa de tus papás comienzan a ser demasiado estrictas para ti, o simplemente porque quieres experimentar un mundo completamente nuevo. Cualquiera que sea la razón por la que has pensado en salirte, seguramente ha estado en tu cabeza por mucho tiempo.
Para esa indecisión checa estos pros y contras de vivir sola. Valora tu situación y decídete a dar o no el paso.
PROS
1. Es tu propio espacio.
Cuando vives sola tienes todo el espacio disponible para ti solita; los muebles, la música, los invitados, las reglas y la decoración será como a ti te gusta.
2. Eres dueña de tu tiempo.
Todo el tiempo es para ti, puedes salir con tus amigos, ir de compras, al gimnasio, salir a correr, hacer lo que más te guste en los horarios que más te acomoden.
3. Puedes tener mascotas.
Si siempre quisiste tener un gatito o un perrito, pero tus papás no te dejaban tenerlo en su casa, ahora puedes adoptar uno y empezar a formar tu propia familia, a menos que en el departamento que vas a vivir no se acepten mascotas.
4. Aprendes a administrar tu dinero.
Cuando ya eres responsable de tus propios gastos y tienes que pensar en pagar renta, luz, agua y otras cosas, la organización de tus finanzas es indispensable, por lo que quieras o no, al vivir sola aprenderás muchísimo sobre cómo administrar tu dinero.
5. Te organizas mejor.
Al ser totalmente independiente de tus papás te das cuenta que si tú no haces las cosas por ti, ya nadie más va a hacerlas. Poco a poco aprendes a ser mucho más organizada con tus cosas para mantener tu casa limpia y ordenada.
6. Te vuelves responsable (aunque no lo creas).
Si quieres que tu independencia perdure, tendrás que volverte muy responsable para cumplir con los pagos, las compras y el mantenimiento de tu casa, lo que te ayudará a ser más responsable en otras áreas de tu vida.
7. Nadie se come tu comida.
Viviendo sola puedes decirle adiós a ese terrible sentimiento de no encontrar tu comida en el refrigerador cuando la guardabas para saboreártela después. Ahora ese pastelito que guardaste para el siguiente día, siempre estará esperándote en el refrigerador.
8. Puedes usar lo que se te dé la gana.
Si quieres andar por la casa sin ropa o con la pijama más vieja, nadie podrá decirte que te tapes o que la tires a la basura. ¡Nadie!
CONTRAS
1. Dile adiós a la comida casera.
Por más que quieras cocinar y prepararte comida, difícilmente volverás a sentir ese sabor de comida “casera” que tu mamá le daba a todo lo que cocinaba.
2. Estás sola.
Si no eres una chica que disfrute pasar momentos a solas, te sentirás un poco abandonada; o si eres muy miedosa y te asustan hasta las películas de Harry Potter, cualquier ruido extraño te pondrá los cabellos de punta.
3. Los gastos.
Sí, obvio está padrísimo que puedas hacerte cargo de ti y de tu casa, pero cada vez que tengas que hacer un gasto o pagar algo, sentirás que un pedazo de tu alma se va.
4. Labores.
Tendrás que dedicar por lo menos 2 o 3 horas al aseo de tu casa para mantenerla limpia y agradable. Si decides contratar a alguien que te ayude con la limpieza, entonces este punto se traslada al número 3 (gastos).