¿Cariño o lástima? Descubre por qué sigue contigo

1. Ya no hay pasión

Solo atenciones forzadas. Te manda mensajes tipo “¿ya comiste?” o “abrígate bien” pero ni te mira cuando estás enfrente. No te ama, solo no quiere cargar con la culpa de verte triste.

2. Todo lo que haces “está bien”

Si ya no te discute, no te corrige, ni te pregunta nada… preocúpate. Esa calma no es paz, es indiferencia.

3. Te evita con excusas baratas

“ando bien cansado”, “mañana te veo, lo juro”. Spoiler: no está cansado, está fastidiado.

4. La intimidad se volvió trámite o recuerdo

Si antes era “no puedo dejar de tocarte” y ahora es “mejor mañana”, no necesitas tarot para saberlo. Cuando el deseo se va, el amor se empieza a empolvar. Y si se excusa diciendo “es que estoy estresado”, miente. Nadie está tan estresado tres meses seguidos.

5. Ya no hay planes, solo promesas

Cuando te ama, habla del futuro contigo; cuando te tiene lástima, te dice “ya veremos”. Si cada vez que mencionas vacaciones, mudanza o boda, él cambia de tema o dice “no hablemos de eso ahorita”, es porque su futuro no te incluye.

6. Te dice “no quiero lastimarte”

Traducción: “ya lo estoy haciendo, pero no quiero verme como el malo”. Esa frase es el beso de Judas versión moderna. Si te la dice, ya te está despidiendo con delicadeza emocional.

7. Se queda por pena, no por amor

Y esta es la más brutal. No se va porque sabe que te rompería, y no te ama porque ya no siente nada. Así que se queda, callado, apagado, aguantando. Pero tú lo notas. Y eso duele más que cualquier ruptura.

Ya lo sabes:
Si tienes que convencer a alguien de quedarse, ya no tienes pareja, tienes r3hén. El amor no es misericordia ni compasión; es energía, deseo y ganas de estar. Si eso ya no existe, suéltalo.

Y recuerda: a veces el verdadero amor empieza cuando te atreves a decir “ya no me conformo con que me tengan lástima”.