7 Preguntas para saber si no has logrado nada

¿Te ha pasado que un día te levantas, abres Instagram y parece que todos ya tienen mansión, hijos güeritos y viajes a Europa, mientras tú sigues peleando con la licuadora porque no prende?

Respira. Puede que no seas un fracaso, solo estés jugando en nivel difícil (o te estés autosaboteando). Responde estas 7 preguntas y sabrás la verdad.

1. ¿De verdad no has logrado nada o solo no es instagrameable?

Porque sí, no tienes yate, pero ¿quién lleva la despensa sin morirse en el intento? Tú. ¿Quién paga Netflix cada mes aunque suban los precios? Tú. Eso también es un logro, aunque no dé likes.

2. ¿Tus estándares de éxito son tuyos o los de la tía chismosa?

Si tu parámetro es “estar casada con tres hijos antes de los 30”, spoiler: no, no estás fracasando, solo estás viviendo en el 2025, no en 1950.

3. ¿Eres constante o te rindes cuando se acaba la emoción?

Porque una cosa es que la vida sea difícil y otra es que te aburres a la semana de todo. Si tus metas duran menos que un crush de TikTok, ahí sí amiga, el problema eres tú.

4. ¿Tuviste oportunidades reales o solo te estás comparando con alguien que nació enchufado?

No es lo mismo crecer con herencia que con deudas. Y si aún así sigues de pie, ya lograste bastante.

5. ¿Te rodeas de gente que suma o de gente que drena más que ex tóxico?

Porque si tu squad es pura gente que se la pasa quejándose y nunca hace nada, adivina quién va a acabar igual…

Screenshot

6. ¿Tus “fracasos” en realidad son experiencia que te da calle?

Equivocarte en 10 trabajos, 4 carreras y 3 noviazgos no es perder: es ganar material para stand up y terapia.

7. ¿Eres dura contigo porque quieres mejorar o porque te encanta sufrir?

Hay una diferencia enorme entre autocriticarte para crecer y darte con el látigo nomás por deporte.

Si al contestar viste que sí has avanzado, pero no como “los demás”, felicidades: te estabas autosaboteando. Y si de plano descubriste que no has hecho nada… pues mínimo ya diste el primer paso: admitirlo. Ahora te toca moverte, porque la vida no es Netflix para que solo la veas, hay que actuarla.