Si tuviera que hablarte de amor en este momento, no sabría qué decirte. Cuando te conocí no creía que iba a llegar a tanto. No eres mi tipo y a decir verdad, jamás estuviste en mis planes. No he sido buena contigo, pero creo que lo mejor que puedo hacer por ti es ser franca y honesta con cada una de las palabras que salen de mi boca.
Tú quieres una vida llena de aventura, yo soy más reservada. Me pides la luna y yo no estoy segura si habito en la tierra. Tendrías que estar en mi lugar para darte cuenta que no es fácil luchar contra tus propios demonios. Me asusta verte siempre tan positivo, como si la vida no pasara en tu mundo. Yo siempre tan temerosa, temerosa ante la vida, temerosa de ti. No estoy segura de lo que quiero y tú no me ayudas mucho.
Cada día que te conozco me asustas, me sorprendes y luego me pregunto ¿qué estoy haciendo aquí? ¿por qué no me he ido? Y no tengo respuesta. He estado sola por largo tiempo y ya no sé cómo tener una conversación “cariñosa”. Posiblemente llegues a odiarme, pero esto es lo que soy. No te exijo que me entiendas, no quiero que lo hagas. Si no quieres quedarte a ver mi transformación te comprendo.
Siempre te he hablado con la verdad. No quiero ser esa chica que no se ha vuelto a enamorar. He llegado a pensar que tengo miedo a enamorarme, soy filofóbica, y me siento patética. Tengo miedo de salir herida, de quedar nuevamente destruída. Y aunque aún no te conozco bien, creo que puedo llegar a sentir cosas que hacía mucho que no experimentaba. No sé si seas el correcto, no sé si sea el tiempo indicado.
Desde el primer momento pensaste que sería fácil entrar en mi vida pero ¿qué crees? te equivocaste. Soy demasiado complicada. Creo que me he convertido en una mujer fría y calculadora. Quiero a alguien que me estabilice, pero que la rutina no me canse. Quiero que te quedes, pero no lo suficiente como para asfixiarnos. Sólo te pido que no interfieras en mis decisiones, no arruines lo que ya has logrado, quiero que estés aquí y aunque tengo miedo de ello, no me he retirado.
No pido que te quedes, porque no tengo derecho, pero si te vas, lo entenderé. Y si por alguna razón decides quedarte, sólo te voy a pedir que me lleves despacio…
Gracias a SoyCarmin por compartir este texto con nosotras.