Durante mis 21 años he tenido algunos novios, y algunos de ellos vaya que me han hecho aprender y me han motivado a hablar sobre el siguiente tema: ¡Hombres Ardidos!
No hay nada peor y que le lastime tanto el orgullo de un hombre, que hecho de que lo termines. Siempre después de eso tratan de hacerte sentir mal de tu decisión, logrando cometer las cosas mas ridículas y tontas que un ser humano pueda hacer, sin darse cuenta que simplemente ellos mismos se hunden más. Por ejemplo:
1. El día siguiente agregan a una de tus mejores amigas tratandola de “conquistar”. Si ella en verdad es tu amiga te lo dirá todo.
2. Platican de cuántas veces, cómo y en dónde tuvieron intimidad con cualquier persona que acaban de conocer. ¿Patético no creen?
3. Te llama y te manda por inbox una canción que casi te dice de qué te morirás. Es típico ver a este tipo de hombres cantando “Ojala que te mueras” de Intocable en los cantabares.
4. Si le llamas para pedirle una sudadera o algún objeto tuyo, lo primero que dice al contestar es, “¿Qué quieres?”.
5. Si escribe un mensaje en su muro este siempre dirá algo similar a “Cuando pase un tiempo y vengas chillando a mi rogándome amor ya será muy tarde”. Pff, no tienen ni el valor de eliminarnos.
6. Invierte su tiempo en encargarse que no puedas tener otro novio. Apenas se entera que ya comenzaste a salir con un chico, él te mandará mensajes a tu inbox diciéndote que te ama, y si no los respondes le mandará un mensaje a tu chico diciendo que te deje en paz. ¡Vaya que no tienen nada más en qué gastar su tiempo!
7. Si hay una fiesta y tienen amigos en común, ten por seguro que él irá acompañado de la primer mujer que se encuentre en el camino, pensando que así te sentirás celosa.
8. Te echa en cara los momentos en los que estuvo a tu lado apoyándote, esto es típico de un hombre ardido. Ej: Si en algún momento él te acompaño al hospital a ver un familiar enfermo, él utiliza eso para hacerte sentir la peor persona del mundo. No te sientas mal, en su momento se lo agradeciste y eran otros momentos.
