El brasier es una prenda esencial, aunque existen blusas o vestidos en donde esta prenda sale sobrando, seamos sinceras y admitamos que para la mayoría de nuestra ropa es demasiado indispensable. El brasier está hecho para dar soporte y mejorar la apariencia del escote, por eso es importante encontrar el brasier perfecto. Si tus boubis se sienten incómodas o sin soporte, algo anda mal, porque no es culpa del brasier, es culpa de estar usando la talla incorrecta. He aquí 10 señales que debes cambiar de talla.
Marcas rojas
Si bien, existen bras apretados, pero no para tanto. Los tirantes, el broche trasero, las varillas ni las copas deberían dejar marcas rojas en tu piel, mucho menos alguna irritación o salpullido, si esto está pasando, primero debes ubicar la parte del bra que te deja la marca para poder cambiar de su talla.
Usas los últimos broches de gancho
Los broches de gancho, son esos brochecitos que enlazan al brasier por detrás. Un brasier tiene entre 3 o 5 niveles de estos ganchitos para dejar tu brasier mejor ajustado, pero si estás usando los ganchitos de las orillas tu talla está mal. Si lo tienes que abrochar en los ganchitos de las orilla, quiere decir que debes aumentar la talla de la espalda y si los usas en los ganchitos que aprieten más, debes reducir tu talla.
Las copas se deforman
Las telas de todo brasier están hechas de materiales súper especiales para que se amolden a tus pechos; en otras palabras, las copas de tu brasier por ningún motivo deberían arrugarse o deformarse, porque puede que estés usando una talla de copas más grande de la que realmente necesitas.
La tela de en medio no toca el esternón
Al decir “tela de en medio” nos referimos a aquella tela que une a ambas copas. Esta parte de tu brasier no debería andar por los aires, ni mucho menos estar pegada a tus pechos, lo ideal sería que se ajustara perfectamente a tu esternón. Lo recomendable es que le subas una talla a tu brasier.
Ajustas tus tirantes extremadamente
Ajustar los tirantes es normal en cualquier brasier, pues para algo los hacen ajustables ¡dude! Pero si estás ajustándolos completamente, es decir, que el tirante quede lo más reducido posible, puede que estés usando una talla incorrecta. Deberías reducir la talla de la espalda y la de la copa.
El broche trasero se sube
El broche trasero es aquel que va en la espalda y regularmente tiene los broches de gancho. Esta parte trasera de tu brasier no debe estar en tu espalda alta, pues este broche da mayor soporte que los dos tirantes juntos, así que es crucial que esté a la altura de las varillas.
No te deja respirar
Si tu brasier te sofoca más que el celoso de tu ex novio, puede que tu bra no esté echo para ti, igual que tu ex. Muchas chicas ignoran que cada año debemos de revisar si nuestra talla de brasier sigue siendo la misma, porque el brasier ideal debe dejarte respirar y darte la posibilidad de moverte sin problema alguno.
Se levanta cuando levantas los brazos
Si cada que levantas los brazos, tu brasier decide acompañarte y se levanta también, dejando a tus pechos haciendo un flashazo, esa talla no está hecha para ti. Esto pasa por dos causas, el broche trasero no es está lo suficientemente apretado o las copas que usas son demasiado pequeñas.
Deben caberte dos dedos
Tranquilas chicas, no estamos hablando de algo indecente, lo que queremos decir, es que entre tu piel y el brasier deben caber dos dedos, algo así como cuando mides la correa de tu perrito, si no caben, es porque está muy apretado y debes aumentar una talla de la espalda.
Sientes tu brasier puesto
Obviamente tienes que sentir tu brasier, pues está pegado a tu piel, pero una talla de brasier perfecta debe lograr que ni si quiera notes que lo lleves puesto. Si a lo largo de tu día tu brasier te distrae o te molesta es muy probable que ocupes otro de una talla mayor.