Podría ir mañana por la calle y cruzarme con alguien que me haga llevar el corazón a mil. O podría estar esperando en la cola del supermercado y no poder dejar de mirar al chico que llevo delante. Incluso podría coincidir en la tienda del barrio con uno que haga que me ilumine la cara.
No te lo puedo asegurar, me podría pasar aquí, en Madrid, o en otro país completamente diferente. Incluso podría pasarte a ti, aunque no lo quisieras. Es algo que nunca sabremos, ni tú, ni yo, ni nadie.
Lo que sí que sé es que hoy eres tú, y que también quiero que seas mañana. Y pasado. Y que haré todo lo que esté en mi mano para que así sea, por muchos que se interpongan en mi camino, o muchas en el tuyo. Porque tú eres el que hoy me pone el corazón a mil, al que no quiero dejar de mirar ni un solo segundo, y el que hace que se me ilumine la cara.
Así que te pido que no pienses en lo que pueda pasar mañana, o en lo que pueda pasar en cinco minutos, porque no lo sabemos, y nunca lo sabremos. Porque el que le haya pasado al vecino de al lado, no quiere decir que nos vaya a pasar a nosotros. Te pido que seas tú, así, con todas tus maneras, siempre. Y que no cambies, y que no me cambies.
Mira este momento, aquí estamos, en plural, tú y yo, nosotros, ¿para qué pensar en mañana?
Via: Fanpage | UnRincóMaravilloso