A todas nos llega el día de dejar de ser niña para ser mujer. Y no me refiero a la canción de Lupita D’Alessio, ni a tu fiesta de XV años, ni a tu primer periodo. ¡Estoy hablando de tu PRIMER TRABAJO!
La culminación de todos los esfuerzos de tus papás por mantenerte “en el buen camino” sucede ese día, donde por fin comenzarás a ganar tu propio dinero haciendo lo que te gusta (al menos esa es la idea).
Sentimientos encontrados y listos para despedazarte van apareciendo día a día mientras logras integrarte por completo a esta horrible vida de adultos.
1. ¿Qué me pongo?
2. “Mamá, ¡cómo crees que voy a llevar comida! Seguro todos salen a comer” Llegué y el refri del comedor estaba lleno de toppers.
3. Ojalá todos sean buena onda.
4. Estoy tan emocionada que siento mariposas. “¿Alguien me puede decir dónde está el baño?”
5. Creo que es muy pronto para decir “¿Qué pasó Führer?” Cuando el Licenciado Flores, mi jefe, me habla.
6. Llegó la hora de la salida y nadie se va ¿Qué hago?
7. ¿Cómo dijo que se llamaba esa chica del vestido gris a la que le tengo que pedir el reporte del mes? Seguro esa chava del suéter rojo puede decirme.
8. ¿Qué color será mejor para la gráfica, azul o verde? ¿Le pregunto al Führer?
9. Siento que todos me están observando todo el tiempo.
10. Un día me llegó un correo que decía FYI y ASAP. Aún no he descubierto por qué el chico de sistemas me diría “Fuck You Idiot”.